El Gobierno pide una reflexión para bajar el tono político
El Gobierno se muestra preocupado por el elevado tono político que alcanzan hasta los debates más nimios. La muerte de la ex alcaldesa de Valencia y ex senadora Rita Barberá ha sido el último detonante que ha desatado todo tipo de exabruptos procedentes de todas las formaciones políticas. «Estamos muy preocupados y creo que todos deberíamos de tomar conciencia y bajar el tono político», comentaron este viernes fuentes gubernamentales. Las mismas que ponen como ejemplo «ciertos discursos en campaña electoral y cuando termina pretenden sentarse a negociar como si no hubiera pasado nada», señalan en clara alusión a Podemos.
Sin embargo, los populares también hacen autocrítica y señalan comportamientos inadecuados también entre dirigentes procedentes de su formación. «Si lanzamos este mensaje, nosotros mismos tenemos que dar ejemplo», sentencian. Asimismo, se muestran preocupados por los «espectáculos gratuitos» que últimamente se dan en sede parlamentaria como la interrupción del pleno por Podemos o calificar de «homenaje político» el minuto de silencio tras el fallecimiento de Barberá.
El ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, pidió calma la semana pasada asegurando que «lo que intentamos inculcar desde la educación es el respeto; el respeto es importante en la vida». El portavoz también destacó que el Parlamento «tiene que ser el espejo de la gente» y que «hay muchas cosas que se dicen en determinados debates y se debería intentar bajar el tono de las mismas».
Méndez de Vigo aconsejó seguir dos refranes, uno francés que dice que «los ausentes se equivocan siempre», y otro, español, señala que «lo cortés no quita lo valiente». «Es sabiduría popular; me gustaría que nos aplicáramos la sabiduría popular», añadió.
Desde el Gobierno sostienen que en esta recién estrenada legislatura estaría bien revisar el tono de todas las fuerzas para conservar el «respeto institucional». «Un cambio de formas siempre es bueno porque se puede discutir desde el profundo respeto y discrepar desde la educación», exponen. La mayoría de las formaciones consultadas se muestran de acuerdo con estos principios.
Aunque frente a esta mesura, Podemos radicaliza su mensaje. Es la última propuesta de su líder Pablo Iglesias para volver a los orígenes obreros que el secretario general de la formación morada siempre defendió. Ahí estará la clave que el partido debatirá en su Vistalegre II, todavía sin fecha de celebración. El comportamiento radical frente al moderado. El modelo obrero ante otro más socialdemócrata. Los pactos con nacionalistas frente a los acercamientos a los socialistas. Y aquí Iglesias tiene un papel muy importante.
El líder de Podemos comenzó el mes pasado elaborando un discurso duro que espanta ya a muchas formaciones y eso implica, además, el no llegar a acuerdos porque no se quieran sentar con ellos a negociar. En la propia formación son conscientes y comienza a haber temor fundado. El ala más moderada pide sumarse al respeto institucional y dejarse de numeritos. Veremos en el cónclave morado, de principios de año, qué faceta gana para definir el rumbo de la formación.
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