España

El Gobierno de Melilla reclama medidas para controlar la llegada de menores inmigrantes no acompañados

El consejero de Bienestar Social de Melilla, Daniel Ventura (PP), ha asegurado que en una semana se han producido 42 ingresos de menores extranjeros no acompañados (MENA) en el Centro de Acogida de 'La Purísima', de los cuales 21 son reingresos, 14 menores nuevos y siete con tarjeta de identidad marroquí

Daniel Ventura ha solicitado a la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh (PSOE), que tome medidas para evitar la llegada de lo que ha venido en llamar «inmigrantes precoces» al tratarse de menores de edades que rondan los 18 años, entre 16 y 17 años, y que, según insiste, no son niños desamparados, sino que son jóvenes que buscan documentarse y dar el salto a la península.

El titular de Bienestar Social ha señalado que con el acceso de estos 42 MENA «seguimos con el suma y sigue de la entrada de menores por frontera», y por ello ha instado a la delegada «a que tome medidas urgentes en la frontera».

Daniel Ventura ha recordado que el número de menores acogidos en la ciudad española del norte de África ronda el millar cuando la cifra óptima debería ser de 250, por lo que ha reclamado al Ejecutivo central soluciones «a este problema», principalmente con la devolución a sus padres de estos menores, prácticamente en su totalidad de Marruecos.

Rozan los 18 años 

Por su parte la madre del menor español agredido en Melilla por varios policías de paisano al ser confundido con un menor extranjero no acompañado (MENA), una agresión que se ha hecho viral a través de un vídeo del momento en el que recibe varios puñetazos y patadas cuando ya estaba esposado en el suelo, ha pedido la expulsión del cuerpo policial de todos los implicados.

Lamia Mimun, que ha agradecido el apoyo que está recibiendo de «muchos melillenses», ha pedido «justicia para que esta agresión no quede impune», y por ello ha expresado que «como familia solicitamos que esos seis agentes sean apartados del Cuerpo hasta la celebración del juicio, y como madre pido que sean expulsados».

Sobre los agentes de servicio que vieron la agresión, también ha reclamado medidas porque, como señala que sale reflejado en el video, no hicieron nada por impedir que su hijo fuera agredido. «A los dos (policías) que estaban vestidos de uniforme pudieron evitar los tres puñetazos y el patón y muchas cosas», ha indicado Mimun.

La progenitora ha manifestado que quiere luchar para que «lo sufrido por mi hijo no le ocurra a ninguna madre ni a los menores ni huérfanos que viven en la ciudad». En este sentido, ha asegurado que ella no está en contra de la Policía Nacional ni del resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sino en contra quienes agredieron a su hijo.

Lamia Mimun ha subrayado que su hijo está muy afectado por lo sucedido: «Psicológicamente no está bien, porque estos días está haciendo cosas rarísimas que no ha hecho en su vida, por la noche no duerme y empieza a pasearse por la casa, incluso se está orinando encima».

La Delegación del Gobierno informó, tras conocerse el contenido del video, que cinco agentes de la Policía Nacional han sido expedientados por este asunto. Los sindicatos policiales, en cambio, han asegurado en varios comunicados que los agentes fueron previamente agredidos por un conjunto de menores, entre ellos el joven del video, resultando heridos al menos dos de los policías por botellazos, patadas y puñetazos.