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Política

El Gobierno incumple su propio plan contra el antisemitismo al instar a la exclusión de Israel

Aumentan en España los incidentes de odio antisemita sin reproche por parte del Ejecutivo

El Gobierno incumple su propio plan contra el antisemitismo al instar a la exclusión de Israel de las competiciones deportivas internacionales y de Eurovisión «mientras dure la barbarie» en Gaza.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó en enero de 2023 un Plan nacional para la implementación de la estrategia europea de lucha contra el antisemitismo y decidió adoptar la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA).

El eje principal de este plan nacional, en vigor hasta 2030, es la prevención y lucha contra toda forma de antisemitismo, que engloba la lucha contra la incitación al odio y los delitos motivados por el odio antisemita y la línea de acción contra el antisemitismo online y la discriminación antisemita.

Antisemitismo es odio, rechazo, discriminación, hostilidad y/o violencia hacia judíos y no judíos que tienen relación con Israel y el mundo judío. Esto es lo que ha ocurrido en la Vuelta a España con el equipo ciclista Israel Premier Tech, pese a que se trata de un equipo privado que no pertenece al Gobierno israelí, en el que sólo ha participado un ciclista israelí y en su conjunto está formado por 180 personas. Sin embargo, se le está criminalizando por la guerra en Gaza. 

Resulta incongruente que el Gobierno promueva un plan contra el antisemitismo y, al mismo tiempo, el presidente, Pedro Sánchez, muestre su «admiración» por las protestas a favor de Palestina en la Vuelta, saldadas con numerosas conductas de violencia y antisemitismo, que reventaron el final de competición y que acabaron con 22 policías heridos.

Más aún, el pasado lunes, Sánchez reclamó que Israel no pueda participar en ninguna otra competición deportiva internacional. Y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, además de ello, también ha abogado por excluir a Israel de eventos «culturales».

Se da la circunstancia de que el coordinador del plan, el Centro Sefarad-Israel, tiene como misión impulsar vínculos entre la sociedad española y la israelí. Un centro en el que participa el Gobierno, que, sin embargo, promueve la exclusión.

Dicha estrategia europea y el plan nacional hacen suya la Declaración de antisemitismo de la Alianza Internacional por el Recuerdo del Holocausto (IHRA en sus siglas en inglés), de 26 de mayo de 2016. La asumió el Gobierno español en 2020, rubricada por la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, junto a otros 39 países internacionales y la Unión Europea. 

La declaración del IHRA cita como ejemplos prácticos de antisemitismo, entre otros, los siguientes: calificar al Estado de Israel como una entidad racista, comparar la política israelí contemporánea con la de los nazis o hacer responsables a los judíos colectivamente por las acciones del Estado de Israel. Unas actuaciones que se están produciendo en la práctica en estos momentos. 

El Gobierno no lo condena

La asociación Movimiento contra la Intolerancia, codirectora del Observatorio contra el Antisemitismo junto a la Federación de Comunidades Judías en España, no sale de su asombro al ver cómo el Gobierno «no se está aplicando a fondo en la ejecución del plan» contra el antisemitismo y «no está corrigiendo numerosas conductas que están ocurriendo en España». Así lo declara a OKDIARIO Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia.

Se pronuncia así por los incidentes que recientemente se han producido en la Vuelta ciclista y otros en los que también se está «discriminando o excluyendo a personas por su condición judía o israelí, como ha sucedido este verano en Vueling, con actos discriminatorios que llevaron a expulsar de un vuelo a jóvenes y adolescentes judíos franceses, y en Iberia, en vuelos en los que, por viajar en ellos judíos, se han puesto consignas propalestinas en su comida», según precisa.

Asimismo, señala «lo sucedido con la comunidad judía en Asturias y su presidenta, quien ha sufrido una gran campaña de antisemitismo por su opinión acerca del conflicto en Gaza, o la retirada de la competición de ajedrez del equipo de Israel en Sestao (Vizcaya), entre otros muchos casos».

Unos episodios en los que ha echado en falta la condena pública por parte del Gobierno, recordando que «en general estamos ante prácticas delictivas, porque los escraches son hostilidad y coacciones, la exclusión es discriminación, la fuerza coercitiva es violencia y las agresiones son hechos criminales».

«Actualmente es más necesario que nunca poner límites a las conductas antisemitas y no observamos que esto se esté realizando», destaca el  presidente de Movimiento contra la Intolerancia. En este sentido, recuerda que hay sentencias del Tribunal Supremo declarando ilegales los boicots a empresas y entidades relacionadas con Israel.

«Defendemos como legítima la libertad de expresión en las protestas en contra de la política del Gobierno de Israel, pero no que se hagan fuera de la ley, al concurrir numerosos actos violentos, y las derivadas conductas de antisemitismo en esas protestas, que implican la demonización de los judíos y la criminalización del pueblo de Israel», explica Esteban Ibarra. Asimismo, subraya que «las redes sociales se han convertido en un infierno de judeofobia y antiisraelismo».

Movimiento contra la Intolerancia reclama al Gobierno y a la Fiscalía que «actúen contra el discurso y el delito de odio antisemita, que amenaza con extenderse en todos los ámbitos de la sociedad y a nivel global».