España
Memoria Histórica

El Gobierno adoctrina a niños navarros con visitas a búnkeres franquistas en la frontera con Francia

La Secretaría de Estado de Memoria Democrática firma un convenio de colaboración con el Ejecutivo de Chivite

Moncloa destina 170.000 euros a la adecuación de estas estructuras pese a que no se llegaron a usar

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El Gobierno de Pedro Sánchez ha firmado un convenio con el Ejecutivo de Navarra, encabezado por la socialista María Chivite, para adoctrinar a los niños de esta comunidad con otra derivada de su discurso revisionista. En este caso, se trata de un proyecto para el acercamiento a búnkeres construidos por el franquismo en la frontera con Francia. El convenio contempla la organización de actividades como «visitas escolares», campos de voluntariado juvenil y recorridos por las rutas de memoria, así como intercambios con centros educativos franceses, entre otras actuaciones.

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y la consejera navarra de relaciones Ciudadanas, Ana Ollo (Geroa Bai), firmaron el pasado martes en Madrid un convenio de colaboración por el que el Gobierno de Navarra y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática se comprometen al desarrollo del proyecto denominado Fronteras de hormigón, que tiene como objetivo «recuperar las estructuras defensivas construidas durante el franquismo en el Pirineo navarro». El régimen de Franco proyectó esta red defensiva ante una eventual invasión francesa.

El Gobierno de Chivite considera que estos lugares juegan «un papel destacado» en la «transmisión intergeneracional». Y señala que esta memoria es «fundamental a la hora de construir una sociedad más justa y más democrática».»La memoria es, ante todo, una cuestión de futuro y una herramienta indispensable para promover valores de respeto, tolerancia y libertad. Por eso, estos lugares son fundamentales a la hora de promocionar y transmitir conceptos de paz y convivencia, desde el recuerdo de lo ocurrido», afirma el Ejecutivo de Chivite para defender esta iniciativa.

Según sostiene el Gobierno de la Comunidad foral, el proyecto Fronteras de hormigón surgió con el propósito de aproximar a la ciudadanía a «una de las manifestaciones represivas del régimen franquista, el trabajo forzado» de prisioneros republicanos. Esta es la percha que utilizan los socialistas para financiar estas visitas escolares con el pretexto del fomento de la paz. Y ello, pese a que estos búnkeres nunca se llegaron a usar. Mientras tanto, los de Pedro Sánchez obvian los búnkeres republicanos, que también existieron. Es más, el Ejecutivo navarro señala que «estas estructuras defensivas fueron comunes en la Europa de entreguerras».

El acuerdo recoge que el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática destinará 30.000 euros al diseño y la producción del proyecto expositivo Frontera y represión y asumirá la elaboración de una unidad didáctica relativa a los trabajos forzados y las estructuras de hormigón en el Pirineo.

Limpieza

Por otra parte, el documento establece que el Gobierno de Pedro Sánchez realizará también una aportación máxima de 170.000 euros para la limpieza y adecuación de estas estructuras y sus accesos, y el diseño de paneles, itinerarios y folletos explicativos. Además, se llevará a cabo la coedición de un documental y se elaborará el catálogo de la exposición producida en torno a esta temática.

Por su parte, el Instituto Navarro de la Memoria aportará un máximo de 199.000 euros para realizar actuaciones como la adquisición de paneles y balizas indicativas, impresión de folletos o incorporación de itinerarios a la página web del proyecto. Asimismo, se llevará a cabo la localización y grabación de testimonios, y la investigación en archivos municipales.