El Gobierno admite por escrito que «no es importante el número de vacunas» enviadas a Madrid

Vacunación en una residencia de ancianos.
Una anciana recibe la vacuna contra el Covid-19.
Carlos Cuesta

En plena polémica por las vacunas adjudicadas a cada comunidad autónoma, un documento del Grupo de trabajo técnico de vacunación Covid-19 constituido por el Gobierno -al que ha tenido acceso OKDIARIO- ha recogido la siguiente frase: “Lo importante no es el número de vacunas administradas por comunidades autónomas sino respetar los grupos priorizados en la estrategia de vacunación COVID-19”. Es decir, que el Ejecutivo se considera libre para alterar los envíos a unas y otras regiones siempre y cuando, según su criterio, se respeten “los grupos priorizados”.

Todo ello ocurre después de que Pfizer y AstraZeneca hayan emitido sendos avisos de paralización en la producción prometida y en el envío previsto de vacunas, entre otros países, a España. Y después de que el Gobierno haya comunicado a Madrid que, puesto que había sido más precavida y había reservado la segunda dosis para los vacunados, los nuevos envíos primarían a las comunidades autónomas que no habían tenido esa cautela y donde peligra la segunda dosis. Una medida que, obviamente, reduce el número de vacunas adjudicadas a la Comunidad de Madrid hasta que se restituya la producción de los laboratorios.

El documento está fechado el 21 de enero. Se trata de la actualización de la conocida como Estrategia de Vacunación Frente al COVID19 en España.

Y el informe incluye la siguiente explicación: “Tres de los principios éticos invocados en la Estrategia presentan una especial relevancia en el contexto actual” . El primero de ellos es “el principio de necesidad, que es el idóneo para distribuir un recurso esencial para la salud, como es la vacuna contra la Covid-19, y cuya formulación más sintética es “a igual necesidad, igual acceso al recurso”. Si bien este principio debe modularse de acuerdo con los otros mencionados en la Estrategia, en un contexto de importante repunte de casos como el que estamos sufriendo en estos días, cobra una especial relevancia porque nos señala a quién debemos dirigir las próximas dosis de vacunas: a los mayores de 80 y más años, ya que existe evidencia científica alta de que podrían sufrir un desenlace fatal si llegaran a enfermar por Covid-19”. Hasta ahí, no debería generarse ninguna polémica porque los mayores de 80 años existen en todas las regiones.

Equidad

El segundo principio es el de “equidad que, como se señala en la Estrategia, exige tener en cuenta a la hora de priorizar en la vacunación las vulnerabilidades, desigualdades, riesgos y necesidades de los grupos que, debido a factores sociales, geográficos o biomédicos subyacentes, corren riesgo de sufrir peores consecuencias por la pandemia. Este principio, como sucede con el de necesidad, nos lleva a dar preferencia a los grupos de mayor vulnerabilidad, que en el momento presente es el que acabamos de mencionar: los mayores de 80 y más años”. De nuevo, ese principio no puede justificar la marginación de los habitantes de un terreno, puesto que los factores descritos existen en todas las regiones.

Pero el último de los principios – el tercero- sí incorpora una aclaración que explica la estrategia del Gobierno. El inicio del enunciado es inocuo a efectos de polémica: “El principio de reciprocidad, que exige proteger especialmente a quienes soportan importantes riesgos y cargas adicionales por la Covid-19 por estar dedicados a salvaguardar el bienestar de los demás, incluida la salud. Este principio justifica el acceso prioritario a los recursos escasos por parte de las personas que arriesgan su propia salud o vida para combatir la pandemia, entre los que destacan los sanitarios y sociosanitarios más expuestos a la enfermedad. Evaluando los riesgos de exposición, transmisión, morbilidad grave y mortalidad, a la vista de los principios de necesidad, equidad y reciprocidad, entendemos que los grupos de población que deben ser priorizados en esta segunda fase de la Estrategia son los mayores de 80 y más años y los sanitario y sociosanitarios más expuestos”.

Pero, en un determinado momento, el documento aclara que “puesto que el número de vacunas que se espera recibir en las próximas semanas es insuficiente para atender a todas las personas englobadas en los dos grupos mencionados, habrá que priorizar dentro de cada uno de ellos. […] Tampoco debemos perder de vista los principios que en la Estrategia eran caracterizados más como de orden procedimental. Consideramos que se está ofreciendo una información completa y transparente sobre la implementación de la campaña de vacunación, que permite a los ciudadanos formarse una opinión y manifestarla, así como ejercer el control sobre la toma de decisiones. Lo importante no es el número de vacunas administradas por comunidades autónomas sino respetar los grupos priorizados en la estrategia de vacunación Covid-19. El ritmo de vacunación va a depender de las dosis y tipos de vacuna disponibles. Son muchas las circunstancias que explican y justifican la diferencia de porcentajes en la administración de vacunas entre comunidades autónomas”.

Traducido: el Gobierno se siente libre de tener que mantener una equidad en el reparto entre habitantes de un territorio y otro. De una comunidad autónoma y otra.

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