España

La frase que Pedro Sánchez no quiere recordar: «Sobra el Ministerio de Defensa»

Pedro Sánchez fue el último de los líderes europeos en suspender sus vacaciones para ponerse al frente de la crisis de Afganistán. Ahora, el presidente del Gobierno recupera el tiempo perdido y lleva tres días de tournée en la base aérea de Torrejón para relanzar su imagen como líder en la evacuación de Kabul. Ahora, el inquilino de La Moncloa no quiere que le recuerden sus palabras en una entrevista en 2014, cuando era secretario general del PSOE, en la que dijo: «El Ministerio de Defensa sobra».

Sánchez ha aprovechado la labor de policías, militares y diplomáticos para intentar apuntarse un tanto. Las críticas a la brutal subida del recibo de la luz se han disipado por culpa de las frenéticas semanas en las que los militares y policías españoles han ido evacuando a colaboradores afganos desde Kabul.

La peligrosa misión en la que han participado las tropas españolas ha hecho olvidar a Sánchez aquellas palabras que pronunció el 4 de octubre de 2014. En una entrevista concedida a El Mundo, el líder socialista dijo: «El Ministerio de Defensa sobra». En ese momento Sánchez se había puesto la vitola de líder del progresismo, que daba prioridad a la lucha contra la pobreza y contra la violencia de género. El PSOE reaccionó inmediatamente a la lapidaria frase de Sánchez asegurando que su líder se refería a «reducir el presupuesto de Defensa, pero no a su eliminación».

Casi siete años después de aquella frase de Pedro Sánchez, ya como inquilino de La Moncloa, no sólo no ha desaparecido el Ministerio de Defensa, ni siquiera ha reducido su presupuesto, como excusó el PSOE, sino que el Ejército se ha convertido en un verdadero revulsivo para Sánchez. El presidente aprovecha estos días la labor del ministerio de Margarita Robles para apuntarse medallas, de la misma manera que presumió de la labor de las Fuerzas Armadas en otros momentos de crisis para su Gobierno.

La Unidad Militar de Emergencias –un logro de Zapatero– se convirtió en una pieza clave en la lucha contra el coronavirus, realizando una encomiable labor en las residencias de mayores, abandonadas a su suerte por el ex vicepresidente y ahora ‘periodista’ Pablo Iglesias. También fue crucial su participación en las tareas de limpieza y rescate tras la tormenta Filomena, que colapsó no sólo Madrid sino otras zonas de la geografía española.