España

Un exconsejero de Artur Mas tacha de «chapuza» el proceso independentista

El economista Francesc Xavier Mena, exconsejero de Empresa y Ocupación en el gobierno de Artur Mas, asegura que el proceso independentista es «una chapuza» desde el punto de vista jurídico y «un ejercicio de irresponsabilidad» desde la perspectiva económica.

Mena publica hoy un artículo de opinión en La Vanguardia, titulado President, así no, en el que critica duramente a los responsables políticos de la actual situación y advierte de las consecuencias económicas que puede tener el proceso soberanista.

El catedrático afirma que Cataluña está viviendo «la pesadilla de la huida de empresas» y que la lista, formada por compañías de la importancia de CaixaBank, Banco Sabadell, Colonial, Abertis o Planeta, «alcanza un tamaño de dimensiones nunca conocidas».

La primera decisión de las empresas ha sido el traslado del domicilio social y la segunda la reubicación del domicilio fiscal. Pero las empresas «acabarán trasladando la operativa de los servicios centrales y, en muchos casos, la capacidad productiva», advierte Mena.

«Más tarde vendrá el efecto inducido sobre las pequeñas empresas y los prestadores de servicios. A medio plazo, un desastre económico sin paliativos», sostiene el economista.

Francesc Xavier Mena, que es profesor de la escuela de negocios ESADE, cree que la decisión de los bancos de llevar fuera de Cataluña su sede social «tiene todo el sentido», ya que en una hipotética Cataluña independiente «no tendrían un fondo de garantía de depósitos y se cerrarían los mercados interbancarios ante una quiebra segura e inmediata».

Además, no existiría el cobijo del Banco Central Europeo (BCE) como prestamista de último recurso.

Otras empresas se marchan de Cataluña para eludir la incertidumbre «de políticas contrarias a la iniciativa emprendedora», añade Mena, que lamenta que los directivos internacionales desconfíen de una economía catalana marcada por la inseguridad.

«El proceso es, desde el punto de vista jurídico, una chapuza que nos aleja de Europa. Desde la perspectiva económica, un ejercicio de irresponsabilidad, improvisación sin ningún plan de contingencia», denuncia el economista.

Mena opina: «En el nuevo país que muchos soñamos, los responsables tendrían que ordenar el despacho y marcharse a casa», ya que Cataluña no puede presenciar «la dilución de su economía productiva y de los esfuerzos invertidos a lo largo de nuestra historia».