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Tribunales

La ex presidenta de Infancia Libre tenía a su hijo secuestrado con versos de la biblia colgados de las paredes

El juicio contra María Sevilla, la expresidenta de la asociación ‘Infancia Libre, apoyada por Podemos, por secuestrar a su propio hijo durante dos años para que su padre no lo viera ha quedado visto para sentencia. Tanto el fiscal del caso, que solicita tres años y medio de prisión, como la acusación particular han mantenido las acusaciones, mientras que la defensa ha solicitado la absolución. La acusada, que dejó sin escolarizar al niño ha llegado a decir que el padre de su hijo está volviendo abusar del niño, que ahora tiene 13 años y que el colegio lo ha notificado a Pediatría. Sin embargo, la acusación ha presentado un informe del centro escolar en el que se felicita al padre por el buen trabajo que está haciendo con el menor.

De hecho, ella ha tratado varias veces de sacar a colación los presuntos abusos, que fueron archivados por un juzgado y ratificados por la Audiencia Provincial, pero el magistrado la ha cortado de raíz diciéndole que “aquí se está juzgando otro delito”, en referencia a la sustracción del menor.

Su defensa ha pedido la absolución, porque asegura que: «Es necesario que cometa el delito el progenitor que no tiene la custodia, el custodio solo puede cometer el de desobediencia. El traslado de María es anterior al auto de cambio de custodia. El juzgado no consigue comunicar las resoluciones, cuando llegan las resoluciones no se le notifican, por lo que no puede haber cometido el delito porque no concurre la tipicidad».

El juicio

Durante el juicio, además de las declaraciones de los padres, muy llamativas han sido las declaraciones prestadas por el jefe del operativo policial y por el perito de ella, que ha terminado por reconocer que su informe está sesgado puesto que ella no le había aportado los informes en los que se dice que no existieron los abusos sexuales, y solo le aportó los informes de parte que ella había encargado previamente.

En cuanto al policía, ha explicado que, una vez localizaron el domicilio en el que tenían escondido al niño, pudieron observar cómo por las noches salía a poner telas para impedir la visibilidad, que el menor no salía de la casa pese a tener 6.000 metros de parcela, y que cuando entraron a por él, «el niño estaba muy pálido».

Así, el policía ha dicho: «Los niños no estaban escolarizados. Tuvimos que romper la puerta porque el marido de María se negó a abrirnos. Había versos de la biblia pegados en la pared. El niño me dijo, mi padre no me quiere me lo ha dicho Dios. Yo de mayor quiero ser jefe de los evangélicos. Estuvimos varios días vigilando y nunca salían de la casa. La niña te olfateaba como su fuera un perrillo».

La acusada

En cuanto a la acusada, que se ha negado a contestar las preguntas del fiscal y de la acusación particular, ha seguido la línea de defensa de su letrado. Ha asegurado que el juzgado no había podido encontrarla y que, «había muchos informes médicos que recomendaban el alejamiento del padre. Hay 48 informes y solo hay tres de parte, y siete son del juzgado. Todos recomiendan el no contacto del hijo con el padre. Solo hay un informe que dice que no hay abusos. Samuel mientras ha estado alejado de su padre ha estado perfectamente. La pediatra dijo que Samuel estaba sufriendo ansiedad y dijo que no le llevara al colegio mientras lo llevara la policía con su padre».

Es más, ha llegado a aseverar que el padre provoca que su hijo se vuelva retrasado: «Cuando tiene contacto con el padre presenta minusvalía y discapacidad y son atribuibles al padre. Mi hijo se vuelve retrasado cuando está con su padre y deja de serlo cuando no está con él. Si el padre desaparece, los problemas de Samuel desaparecen».

El padre ha narrado el periplo al que se ha visto sometido. Ha explicado: «A mí me dan la custodia en 2017, pero mi hijo está ya en Granada. Los domicilios que aportó la madre eran falsos. Estuvieron desaparecidos hasta que apareció en 2019. Nunca cumplió el régimen de visitas. El pediatra me dice que Samuel no tiene las vacunas, se las hemos puesto este año. Ha empezado el colegio en el barrio que vivimos. Está yendo al psicólogo y a varios médicos. En Granada, asistió 15 días solo al colegio y luego dijo que estaba enfermo. La psiquiatra que hizo un informe en contra me dijo que nunca había visto a Samuel y solo había visto dos cartas que le había dado la madre».

Y ha apostillado que, «cuando me dieron al niño estaba muy delgado no comía pescado ni legumbres. La directora del colegio de Granada -el único al que fue- me dijo que no le podían evaluar, le daban fichas. No fui para llevármelo a la fuerza, fui para ver a mi hijo. Todos los informes eran de parte. Creemos que no es beneficioso que vea a la madre».

Informes

Durante la fase de informes, el fiscal ha interesado una sentencia condenatoria. Y ha basado esa petición en que, «cuando la acusada declaró en instrucción dijo que sabía que tenía que entregar al niño. No estaba justificado en absoluto el proceder de la acusada. No había un peligro real ni inminente para el niño que avalase el comportamiento de la madre. No había peligro porque la denuncia contra el padre estaba archivada y confirmada por la Audiencia».

La acusación particular, ha afirmado que “María se traslada con el único afán de ocultarse. Todo esto se produce cuando el juzgado de familia está en marcha. Ella dice que se ha ido a granada por trabajo no por los abusos. Cubrían la casa con vallas para no ser vistos. Todos los informes son de parte e imprecisos. Los informes de los peritos se hacen con información de María no del niño. Las faltas de asistencia del niño coinciden con los días de visita del padre”

Y ha proseguido diciendo que, «María consigue lo que no consigue nadie porque logra que un colegio al que el niño ha ido 15 días como mucho hagan un informe diciendo que Samuel está perfecto, que se adapta para luego decir que no podían evaluarlo. El juzgado le quita la custodia porque tiene claro que no iba a dejar que el padre viera al niño. El padre en lugar de esconderle lo lleva a sitios públicos. Le hacía ver que es un niño enfermo”.

La letrada ha contado cómo la ex presidenta de Infancia Libre: «Fue al punto de encuentro y amenazó a los trabajadores diciendo que cambiaran el sentido de su informe. Actúa con mala fe. La idea era desaparecer con carácter definitivo. Es importante la retirada de la patria potestad porque pretendía huir con carácter definitivo».