¿Está la luna tras la erupción del volcán de La Palma?

Los volcanes pueden verse afectados por las mareas cuando están en estado crítico de erupción

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Luna volcán La Palma
Volcán Cumbre Vieja de La Palma.

Con la erupción del volcán Cumbre Vieja de La Palma ha resurgido una teoría de la relación entre los volcanes y la luna. Como el evidente influjo del satélite lunar sobre las mareas, hay geólogos que durante el último medio siglo no niegan que también se relacione con la actividad volcánica de la Tierra.

Si bien es cierto que hasta estos momentos no existían estudios concluyentes al cien por cien que dieran por válido dicho vínculo, hay un proyecto investigado por la Universidad de Michigan, en concreto por su departamento de Geología y Mineralogía, que arroja luz sobre la teoría.

Según su estudio, las principales erupciones producidas en el volcán italiano Estrómboli tuvieron lugar cerca de las mareas muertas, es decir, cuando la fase lunar está cerca del primer o tercer trimestre del año. Precisamente, este sería el caso del volcán de La Palma, que ha entrado en erupción coincidiendo con la fase de luna llena de septiembre, en el tercer trimestre de este año 2021. Otro estudio también informaba de la misma correlación para el volcán Islas Quemadas, en el Salvador, entre los años 1979 y 1980.

Pero otro informe del Instituto de Geología Ambiental y Geoingeniería de Roma indicaba todo lo contrario: la frecuencia de pequeños eventos explosivos en el Estrómboli aumentó durante los máximos quincenales de marea (cuando se producen las mareas vivas, es decir, cerca de la luna llena o nueva). Es el patrón que parece seguir el Kilauea, en Hawai.

La aparente contradicción entre ambas teorías queda más o menos resuelta  con otro destacado estudio de 2017 sobre datos obtenidos a partir los sismómetros instalados en el volcán Ruapehu de Nueva Zelanda, que durante los últimos 15 años ha tenido un comportamiento impredecible con picos no periódicos de actividad y reposo.

Su estudio minucioso tras erupcionar de forma súbita en 2017 concluía que no existe una relación clara las erupciones volcánicas y los ciclos lunares, como desde siempre habían sospechado los geólogos

No obstante el seguimiento arrojó datos curiosos. Durante los tres meses previos a erupción de 2017, parecían señalar cierta relación entre la erupción y los ciclos lunares: los técnicos observaron que la vibración del suelo era menor con luna llena y luna nueva, pero que vibraba más en la fase de cuarto menguante o creciente.

Lo cual no significa stricto sensu que las mareas ejerzan un influjo directo en la explosión de un volcán, pero pueden ofrecer ciertas pistas para detectar el momento en que se va a producir la erupción. O sea, los volcanes pueden verse afectados por las mareas cuando están en estado crítico de erupción. Esto es, precisamente, lo que en un futuro podrán utilizar los científicos para desarrollar sistemas de alerta temprana y evacuación ante la furia de estos colosos de la naturaleza.

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