Díez Picazo votó el último y deshizo el empate librando a los bancos del Impuesto de Actos Jurídicos
El Supremo ha decidido tras una ajustada votación –15 a 13– que los clientes sigan pagando el impuesto a las hipotecas
Luis María Díez Picazo, el presidente de la Sala de la Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, acaparó buena parte de los ataques al Alto Tribunal tras la sentencia sobre los impuestos hipotecarios que dio la razón a los clientes. Y ahora casi seguro que volverá a acapararlas. Y es que el Pleno –convocado después de que él pidiera una reunión para debatir si se debía aplicar o no la sentencia favorable a los compradores de pisos– ha sido desequilibrado por él mismo para dar la razón a la banca. El resultado final fue de 15 a 13 a favor de los bancos y él fue el que votó en último lugar. Él fue el que podría haber abocado a un empate y decidió, por le contrario, desequilibrar a favor de las entidades financieras.
Díez Picazo, tras ver el sentido de la primera sentencia de lo Contencioso Administrativo decidió convocar de urgencia –al siguiente lunes– una reunión sobre la aplicabilidad o no del fallo. El encuentro terminó en medio de una evidente imposibilidad de llegar a un acuerdo y, eso sí, con una fuerte crítica encabezada por Jueces y Juezas para la Democracia, que cargaron contra él. La situación derivó en un pleno convocado para el pasado 5 de noviembre y que finalizó este martes con el resultado de devolver la interpretación jurisprudencial al punto de que sean los clientes los que se hagan cargo del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y no los bancos.
Un criterio más generoso incluso que el que habían previsto inicialmente las entidades financieras, que estaban a esas alturas convencidas ya de que se podían librar de pagarlo de forma retroactiva, pero no de pagar a futuro el impuesto en cuestión.
Culebrón judicial
Con esta sentencia se acaba un enorme culebrón judicial en el que han contenido la respiración los bancos. A partir de ahora, quedan desestimados los tres recursos presentados por la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas-Vaciamadrid contra las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que fallaron a favor de las entidades bancarias y de que el sujeto pasivo del impuesto tenía que ser el cliente.
La votación en la que fue decisivo el voto de Díez Picazo, sin embargo, estuvo precedida de una primera: la que planteaba que los bancos no tuviesen que responder de forma retroactiva pero sí a futuro. Esta primera propuesta fue rechazada por 17 votos en contra y 11 a favor.
De este modo, y a partir de ahora, el resultado salva a la banca de cualquier reclamación y cierra el camino a buena parte de las demandas planteadas con respecto al pago del impuesto. El criterio general queda sentado en que deben ser los compradores de vivienda los que asuman el AJD porque los créditos hipotecarios exigen la inscripción en el Registro de la Propiedad como cargas y, por lo tanto, no se debe considerar que los bancos impusieran el pago de este impuesto al cliente sino que simplemente se actuó en base a lo que marca la legislación fiscal.