España
EL JUEZ MARTÍNEZ-LÁZARO ES EL ENCARGADO DE RESOLVER LA RECUSACIÓN DEL JUEZ DE PRADA

Las defensas de Gürtel piden recusar a otro magistrado amigo de Garzón

La defensa de Pablo Crespo, uno de los principales imputados en el caso Gürtel, considera que el juez Javier Martínez-Lázaro no puede juzgar la recusación del magistrado José Ricardo Prada. Martínez.Lázaro se manifestó, en su momento, en favor del juez Garzón cuando Crespo y otros imputados en la trama corrupta lograron apartarlo de la carrera judicial tras querellarse contra él por realizar escuchas ilegales.

Los principales encausados en la trama Gürtel pidieron la recusación de Prada por sus evidentes nexos con el abogado Gonzalo Boyé, acusador en algunas de las piezas del caso Gürtel, con el que la hija del magistrado ha colaborado en un libro. También argumentaron para pedir que se apartara al togado la amistad con el exjuez Garzón.

En el caso de Martínez-Lazaro, que debe manifestarse en favor o no de la recusación de Prada, el escrito de Miguel Durán detalla que este magistrado se manifestó en la calle en favor de Baltasar Garzón, instructor del caso Gürtel, tanto cuando fue juzgado en el Supremo como cuando fue suspendido por el Poder Judicial. En virtud de esos apoyos al juez querellado por los imputados de Gürtel el letrado de Crespo entiende que se ha producido una «pérdida de apariencia de imparcialidad».

A juicio del recurrente, Martínez-Lázaro tiene «una relación de amistad hacia Garzón y hacia el Paartido Socialista». «No es admisible ni ajustado a derecho que quien instruya la recusación formulada contra Prada pueda ser quien ha expresado tanto cariño y afecto para Garzón, quien tanto ha criticado su condena y quien tanto ha loado la figura del magistrado condenado por los delitos respecto de los que mi representado ha sido víctima», argumentan los abogados de Crespo y compañía.

A tenor de tantas muestras de apoyo hacia el defenestrado magistrado, el escrito anticipa que cabe sospechar que el instructor tenga la tentación de archivar el caso de la recusación de Prada movido por dicha amistad hacia Garzón, Prada o hacia el PSOE.

Durán advierte que si no se corrige esta imagen de parcialidad en este proceso de recusaciones «se estaría incurriendo en una causa de nulidad palmaria, que invalidaría completamente el presente procedimiento y que esta parte ejercitará sin duda alguna en el supuesto de que se llegasen a confirmar dichas sospechas».