España
INMIGRACIÓN ILEGAL

La crisis migratoria en Barajas se agrava: ya hay 370 inmigrantes ilegales y siguen las fugas

La Policía Nacional frustra un nuevo intento de fuga de inmigrantes ilegales en el aeropuerto de Barajas

La ventana por la que se fugaron 26 sigue sin reparar e Interior entrega 40 literas para los inmigrantes

La crisis migratoria en Barajas se agrava: ya hay 370 inmigrantes ilegales y siguen las fugas. Un total de 100 nuevos inmigrantes en situación irregular han llegado a España por vía aérea y la Policía Nacional ha arrestado a otro cuando se fugaba de la zona internacional a través de los controles automáticos de pasaportes.

Un centenar de inmigrantes ilegales se ha sumado en las últimas horas a los cerca de 280 que ya se hacinan en las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas. La avalancha migratoria es de tal calado que la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid ha enviado agentes de refuerzo al aeródromo para controlar la situación e impedir nuevas fugas de inmigrantes del recinto aeroportuario.

La respuesta del Ministerio del Interior a esta situación de urgencia denunciada por los jueces de Madrid y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha sido instalar 40 nuevas literas en la sala de asilo de la terminal 2, ya desbordada desde hace semanas y en la que hoy se amontonan un total de 86 niños y mujeres en unas instalaciones provisionales diseñadas para albergar a no más de 40 personas y con un solo aseo compartido entre todas.

AENA, por su parte, ha respondido a la nueva plaga de chinches de las salas de asilo, que amenaza con propagar nuevas enfermedades entre los inmigrantes ilegales y policías de Barajas, con una simple limpieza con lejía ejecutada por dos operarias. «Nos prometieron una limpieza en profundidad con fumigación, y se ha quedado en un fregado con lejía», apuntan fuentes policiales.

Respecto a las fugas de inmigrantes ilegales de las salas de asilo de Barajas, más de 90 huidas en las últimas cinco semanas, en el día de ayer, lunes 15 de enero, la Policía Nacional ha conseguido atrapar a otro inmigrante que se había fugado a través de los controles automáticos de pasaportes de la zona internacional.

La ventana por la que se fugaron otros 17 inmigrantes magrebíes el pasado viernes aún no ha sido reparada, obligando a que varios policías se turnaran en su vigilancia, dejando de lado sus ocupaciones, hasta que ha llegado el refuerzo de la Jefatura Superior de Madrid.

Coladero migratorio de Barajas

Los policías, en concreto el SUP, culpa en gran medida de la situación a las mínimas exigencias que tienen los inmigrantes ilegales que llegan al aeropuerto. Tan sencillo como que los inmigrantes entran de forma ilegal en España a través del aeropuerto de Barajas desde Senegal, Marruecos o Kenia. Allí embarcan con la Royal air Morocco en Casablanca (Marruecos) con destino final a El Salvador, Viru Viru (Bolivia) o Sao Paulo, pero siempre en vuelos con escala en Madrid.

Los inmigrantes se aprovechan de que esos países de destino no les piden visado, sólo en algunos casos se les exige que depositen 1.000 euros para entrar en esos países y siempre se les permiten hacer escala en la zona internacional de Madrid, que en realidad es su objetivo principal.

Al llegar a Madrid, los inmigrantes se deshacen de la documentación que les identifica y van directos al puesto fronterizo para pedir protección internacional, es decir, asilo. Otros esperan en la zona internacional a que se haga de noche para trepar por las vallas contiguas al puesto fronterizo del interior de Barajas y entrar fácilmente y de forma ilegal en territorio español.

Acusan de pasividad a Interior

«El resto de inmigrantes pasan sus días encerrados en las salas por cientos, ante la dejadez de AENA, Cruz Roja y el Ministerio del Interior», apuntan fuentes del SUP. Las mismas fuentes policiales recuerdan que los asilados y los inmigrantes inadmitidos no pueden estar mezclados en la misma sala, pero la normativa se infringe continuamente.

Una vez allí, la llegada de inmigrantes es tal que desde hace meses desbordaba las dos salas de asilo preparadas para ingresarles bajo control mientras se tramitan sus solicitudes. Entre basura si retirar, cucarachas y chinches, decenas de inmigrantes se hacinan en las salas y las peleas por el reparto de comida de las ONG son habituales.

La respuesta fue abrir una tercera sala «provisional» para acoger a las mujeres y niños que ya lleva funcionando meses y a la que fuentes policiales del aeropuerto califican «la sala de la vergüenza» por las duras condiciones de habitabilidad.

El asunto es de tal magnitud que los tres jueces titulares de los juzgados responsables de las salas de inmigrantes irregulares en Barajas ya exigieron en diciembre de 2023 a Fernando Grande-Marlaska que pusiera fin a la situación de hacinamiento de una vez por todas, sin que hasta ahora se haya hecho gran cosa al respecto.

Los jueces urgían a Grande-Marlaska a atender especialmente a los 19 menores de edad y sus familias que se encuentran en esas salas «cuya intimidad se está viendo vulnerada». Ahora, los afectados son muchos más.