El cinismo de Bildu: condena la agresión de Bilbao y sigue apoyando a los violentos de Alsasua
El cinismo de EH Bildu no tiene límites. Hace sólo unas horas se «solidarizaban» a través de Twitter con la persona agredida en Bilbao por un aficionado del Betis al grito de ‘proetarra’. Sin embargo, el partido apoyó en la Audiencia Nacional a los agresores de dos guardias civiles en la localidad navarra de Alsasua. ¿Dónde está el límite? ¿Si el agredido forma parte de los cuerpos de seguridad del Estado no se le apoya y al resto de agredidos sí?
Los dos diputados de EH Bildu en el Congreso, Marian Beitialarrangoitia y Oskar Matute, acudieron incluso a la Audiencia Nacional para trasladar su apoyo a los dos acusados por la agresión a los dos guardias civiles. En el Parlamento de Navarra, Adolfo Araiz, portavoz del partido, también reclamó públicamente la puesta en libertad de las seis personas entonces encarceladas por su presunta relación con esta agresión y afirmó que este caso «se ha convertido en un auténtico despropósito jurídico».
Por otro lado, este pasado jueves lanzan este tuit:
Nos solidarizamos con la persona agredida hoy en Bilbao. En nuestra sociedad no puede haber espacio para actitudes fascistas https://t.co/3KSMiOaVY6
— EH Bildu (@ehbildu) April 27, 2017
En esta ocasión, el posicionamiento ha cambiado, pese a que el hecho es el mismo: una agresión física. Sin embargo, dependiendo de quién sea el agresor y quién sea el agredido, los principios de Bildu viran de un lado a otro. «Estos son mis principios, si no te gusta, tengo otros», pensarán.
La Ertzaintza ya ha abierto un atestado y ha imputado al ultra del Betis que agredió a un hombre en la Plaza Nueva de Bilbao y a los dos amigos que le acompañaban. Pese a que inicialmente dejaron en libertad a los hinchas béticos, alegando que el agredido no había puesto denuncia, esta misma mañana han confirmado que han actuado de oficio «por un presunto delito de trato degradante a particular». Un delito recogido en el artículo 173 del Código Penal y castigado con una pena de «prisión de seis meses a dos años».