La alcaldesa de Gerona convierte las mentiras del 1-O en un conjunto escultórico
En la plaza de la Constitución de Gerona, rebautizada como plaza del 1 de octubre de 2017, se han instalado obras de pretensión artística que no dejan de ser sino propaganda separatista del referéndum ilegal del 1-O y de los acontecimientos que se sucedieron aquél día. Los supuestos monumentos son una iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad, que se encuentra liderado por la alcaldesa separatista Marta Madrenas (PDeCAT).
El conjunto escultórico está formado por unos bajorrelieves y una escultura bajo la que se ha colocado una placa en la que se asegura, en varias lenguas, que «durante el referéndum del 1 de Octubre de 2017, la ciudadanía de Gerona sufrió la brutal agresión de las fuerzas de seguridad españolas cuando ejercía de forma libre y pacífica su derecho de voto. Esta plaza quiere dejar testimonio de admiración, memoria y recuerdo del digno comportamiento del pueblo y de su coraje».
Los bajorrelieves son de tres tipos. En uno se representan las cargas policiales que hubo durante la jornada del 1-O. En otro se puede observar a varios agentes requisando una de las urnas que se utilizaron para la consulta ilegal. En el último, varias personas forman una cola para depositar su voto en el referéndum separatista.
Propaganda avalada por la alcaldesa
Marta Madrenas inauguró el pasado sábado esta placa en la plaza, junto al resto de monumentos separatistas. «Dedicamos este espacio céntrico de la ciudad, antes llamado plaza de la Constitución, a recordar los hechos del 1 de octubre, y homenajear las víctimas de la represión y quien defendió la democracia», manifestó la alcaldesa secesionista. El cambio de nombre lo justificó en que «ninguna constitución puede estar por encima de los derechos humanos fundamentales».
La semana pasada varios operarios destruyeron a golpe de taladradora el nombre antigua de plaza de la Constitución, con el objetivo de que no quede constancia alguna y sólo aparezca el del referéndum ilegal del 1-O.
A mediados de febrero, el Consistorio de Gerona aprobó el cambio de nombre a proposición de la alcaldesa. La medida salió adelante con los 18 votos a favor del PDeCAT, ERC y la CUP. PP, Ciudadanos y PSC votaron en contra, aunque fue insuficiente por reunir solo 7 votos.