Los Mossos se negaron a enviar grúas para retirar los coches de la Guardia Civil destrozados en Economía

Guardia Civil
Vehículos de la Guardia Civil tras el ataque de independentistas violentos.
Carlos Cuesta

Los Mossos negaron ayuda a la Guardia Civil hasta para retirar sus coches destrozados en el registro de Economía. No sólo no les ayudaron a poder efectuar el registro que había sido ordenado por la Justicia el 20 de septiembre. Sino que, además, no les prestaron ayuda ni para poder remolcar los vehículos que habían quedado con todas las lunas rotas, las ruedas pinchadas y totalmente destrozados por dentro y por fuera tras los ataques de los golpistas agitados por ANC, Òmnium y representantes de los partidos separatistas.

Se trató de uno de los registros decisivos en toda la investigación por el 1-O y los preparativos de los golpistas. En ese registro la Guardia Civil se incautó de la agenda personal de Josep María Jové, del documento Enfocats, donde aparece definido el equipo que comandaba el golpe, y de buena parte de las pruebas que demuestran que estaban dispuestos a saltarse la Constitución y a romper con España aunque eso supusiera una quiebra económica para su propia gente.

Aquel registro puso muy nervioso al entorno separatista. Tanto, que gente como Joan Tardá, como Roger Torrent, como la plana mayor de la Generalitat o como ‘los Jordis’ acudieron personalmente o instaron que se acudiera al lugar con el fin de bloquear el trabajo de la policía judicial. No lo consiguieron, pero, por el camino, los vehículos de la Guardia Civil que acudió para garantizar el trabajo judicial quedaron totalmente destrozados.

Las ruedas pinchadas, los cristales destrozados, el interior reventado, las luces y sirenas arrancadas. Todo lo que hiciera falta para demostrar que la fuerza de la calle era de los separatistas. Para mostrar el enorme enfado porque la diligencia judicial estaba dando en la diana.

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Los independentistas rodean un coche de la Guardia Civil destrozado en Barcelona

Durante los ataques a los vehículos, los Mossos no prestaron ayuda a la Guardia Civil para evitar lo que era una situación de riesgo, no ya para los vehículos, sino para los agentes nacionales que los ocupaban que tuvieron que abandonar los coches. Pero, quizás, la situación más enloquecida se dio tras el registro. Porque con el ataque a los vehículos ya finalizado, con los agentes nacionales ya sin peligro y con el registro judicial ya finalizado, los Mossos permanecieron en su actitud hostil y no quisieron ayudar a los miembros de la Guardia Civil ni siquiera a retirar los coches que habían quedado inservibles.

Los agentes de la Benemérita tuvieron que hacerlo por su cuenta y con unas grúas gestionadas por ellos mismos. Y todo, pese a que esos coches se habían constituido ya, obviamente, en materia probatoria de los ataques de los radicales. De hecho, ese ataque es uno de los que ha permitido que se juzgue a los golpistas también por rebelión.

Los Mossos, cómplices del golpe

Se trata de la enésima evidencia del trato dado por los Mossos durante todo el golpe a la Guardia Civil y la Policía Nacional. De hecho, los documentos que los Mossos pretendían destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el día 26 de octubre incluyen pruebas evidentes de que el entonces mayor, Josep Lluís Trapero, orquestó un equipo de mandos de la policía autonómica para controlar a los guardias civiles sitiados en el registro del Departamento de Economía ocurrido el 20 de septiembre y dejarles sin ayuda, pese a la exigencia legal.

“En el vehículo Ford Transit matrícula 0491-BSV, y dentro de las cajas nº1 y nº27, se han intervenido 4 borradores de minutas”, señalan los documentos que consiguieron salvar los policías que impidieron la destrucción de los papeles de los Mossos. Las minutas corresponden a cada uno de los cuatro agentes de la policía regional que estaban encargados de controlar los movimientos de los guardias civiles y de informar a su cúpula, eso sí, sin ayudar a los agentes de la Benemérita que, en esos momentos, se encontraban sitiados por violentos que destrozaron sus tres coches y llegaron a robar los fusiles Cetme de su interior.

“El primer borrador es de la intendente Teresa Laplana, en el cual hay numerosas correcciones de horarios y personas, así como subrayados a bolígrafo”, señala la documentación. De esta manera mantenían control de todo lo que ocurría y generaban información para justificar a sus agentes sobre los falsos motivos de no haber asistido a la Guardia Civil.

“El segundo corresponde al Inspector Xavi Pastor, sin correcciones, el tercero al Inspector Josep García, en el cual se observa que las franjas horarias reseñadas en el borrador están subrayadas en forma de círculo con bolígrafo y el cuarto del Sargento del AME con TIP 1903, sin anotaciones”.
 El esquema fue diseñado por Trapero, el mismo que dio órdenes a los Mossos de espiar, informar y delatar cada movimiento que realizase la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O, como adelantó OKDIARIO.

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