España

Dastis: «Si se reforma la Constitución podemos acercarnos al Estatut» que el TC enmendó en 2010

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, ve posible que, si se reforma la Constitución, pueda haber un acercamiento al Estatuto catalán que fue recortado por el Tribunal Constitucional (TC) en 2010, si bien rebate la idea de que ese recorte esté en el origen del aumento del independentismo catalán.

En una entrevista el diario francés Le Figaro, recogida por Europa Press, Dastis afirma que si los independentistas ganan en las elecciones del 21-D, lo que puede hacer el Gobierno es «volver a ofrecer posibilidades de diálogo para encontrar un arreglo que haga coincidir las aspiraciones de los catalanes a una mayor autonomía, e incluso se puede pensar en una modificación de la Constitución».

En este punto, señala que «algunos hablan de la idea de ir hacia un modelo federal para dar más autonomía a las regiones, también financiera» y añade: «Si se modifica la Constitución puede ser que nos pudiéramos acercar al Estatuto de 2010».

No obstante, también cree que «se exagera» cuando se dice que la decisión del TC sobre el ‘Estatut’ está en el origen del auge independentista, porque se recortaron «nueve artículos de un total de más de 200».

Para el ministro, el «origen de esta huida hacia delante» de la Generalitat está más bien en la crisis económica, los recortes presupuestarios de 2012 y los casos de corrupción de CiU. En su opinión, es evidente que el entonces presidente catalán, Artur Mas, decidió «hacer de un problema económico un problema nacionalista».

Si se reforma la Constitución, prosigue, es posible que se haga un referéndum —es obligatorio que se reformen algunas partes—, pero «es un asunto sobre el que deben pronunciarse todos los españoles», y no puede ser que «una parte decida por todos». «Esto es así tanto para la modificación de la Constitución como para el futuro de Cataluña», añade.

También dice que, si los independentistas vuelven a ganar las próximas elecciones autonómicas, habrá que «hablar con ese Parlamento» y confiar en que haga lo que debe hacer, respetar la ley y no desafiarla. «Espero que haya diálogo, hemos ofrecido numerosas ocasiones de dialogar», ha insistido.

El ministro reconoce que si el ex presidente catalán Carles Puigdemont fuese arrestado eso podría agravar aún más la crisis política, pero añade que «el Gobierno no manda en la Justicia». Y añade que es una posibilidad que Puigdemont sea candidato en las elecciones, cosa que «depende de su partido», pero añade que si se dicta una orden de arresto contra él «será más complicado».

Dastis admite que, en esta crisis, los españoles no han sido capaces de encontrar una solución que acomode a todo el mundo pero, preguntado si el Gobierno o el PP admiten algún error, opina más bien que el primer error fue «intentar excluir al PP de cualquier posibilidad de acuerdo».

«El populismo español es nacionalismo»

Además, opina que, en parte, el «populismo» español es el nacionalismo: «Tenemos la suerte de no tener partidos xenófobos o racistas, pero el nacionalismo tiene las mismas raíces que el populismo por ejemplo aquí, en Francia».

En la entrevista, realizada este jueves en París, reconoce que le sorprendió «un poco» que Puigdemont decidiera marcharse a Bélgica, aunque añade que «con el señor Puigdemont la capacidad de sorpresa está siempre ahí, porque hace cosas que son imprevisibles» y que él no es experto en «psicología o psiquiatría».

El ministro dice que hubo responsables de la Generalitat que se quedaron en España sin que hubiera «tensiones» —a última hora del jueves la juez acordó su ingreso en prisión— y opina que la marcha de Puigdemont tuvo que ver con «internacionalizar lo que él llama el conflicto».

Eso sí, también recalca que la posición «de retirada» que ha mantenido la UE «es la buena», porque aunque en «algunos rincones de Europa» haya «una especie de simpatía romántica hacia los deseos de independencia de Cataluña, la realidad es que la UE es sobre todo una comunidad de derecho» con valores que han sido desafiados por los independentistas: «la democracia y el Estado de Derecho han sido ultrajados por el señor Puigdemont y quienes le apoyan».

En todo caso, asegura que no teme «una crisis con Bélgica», toda vez que el primer ministro, Charles Michel, ha dejado claro que se le tratará como «a cualquier ciudadano europeo», que el país tiene sus procedimientos y que desde 2001 existe la orden europea de detención y entrega.

Eso sí, admite que «es verdad que la posición de Bélgica en materia de asilo y su experiencia con otros casos de extradición de políticos haya podido hacer pensar a Puigdemont que iba a ser mejor recibido que en otros países europeos».