España
Primera reunión en La Moncloa

Casado frustra la reforma constitucional que planea Sánchez para primar a Cataluña

El líder del PP, Pablo Casado, dejó bien claro al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la primera reunión de ambos en La Moncloa que los populares se opondrán e impedirán una reforma de la Constitución como la que pretende el jefe del Ejecutivo para resolver el conflicto de Cataluña.

Según fuentes conocedoras de lo abordado este jueves por ambos dirigentes en su casi tres horas de entrevista, Casado frustró de entrada uno de los dos ejes sobre los que pilota el plan de Sánchez para reconducir la crisis catalana: la reforma constitucional. El presidente popular dijo en rueda de de prensa que, a su juicio, «no se dan las condiciones suficientes para llevar a cabo una reforma constitucional», pero en privado directamente negó a Sánchez cualquier apoyo futuro para primar a Cataluña. Y sin los populares, el Gobierno no tiene los votos suficientes para tal cometido.

El otro brazo de esa estrategia de los socialistas es la celebración de un referéndum de autogobierno, algo que también rechazó Casado ya en rueda de prensa ante los medios.

Un «encuentro de Estado»

Y todo ello pese a que Sánchez preparó el encuentro con Casado tratando de buscar un acercamiento que al final no resultó. Moncloa diseñó la cita con el líder del PP como un «encuentro de Estado» y hasta le cedió la sala de prensa más grande del complejo, la habitual de los viernes tras el Consejo de Ministros, como «deferencia» hacia el principal partido de la oposición en la nueva etapa que se abre.

Sin embargo, Casado no concedió la más mínima esperanza al presidente del Gobierno en este sentido. Prometió a Sánchez «lealtad institucional» y hasta hubo coincidencia, señalan las mismas fuentes, en que ambos partidos -el bipartidismo- deben buscar puntos de entendimiento. «No vamos a destrozarnos ni darnos el abrazo del oso», resumían tales fuentes sobre lo que se dijeron ambos dirigentes. Pero eso sí, Casado trasladó al presidente que esta relación o pacto de caballeros –la cita de este jueves fue «cordial en lo personal» aunque «exhaustiva en las exigencias»– puede saltar por los aires si el Ejecutivo socialista acaba cediendo al chantaje de los separatistas.

De momento, Casado dijo en rueda de prensa que «me quiero fiar de que la política del Gobierno va a ir en una dirección distinta a ceder a las presiones de los independentistas, pero tendremos que estar expectantes y tener más elementos de juicios“, apuntó. No obstante, criticó la actual política de «apaciguamiento» de Sánchez con los secesionistas.

En este contexto, y ante la posibilidad de que los separatistas de Quim Torra y Carles Puigdemont crucen otra vez la frontera de la ley y la Constitución y declaren la independencia, convoquen otra consulta ilegal o lleven la desobediencia hasta límites intolerables, Casado aseguró que el PP elevará la presión para aplicar de nuevo el artículo 155 de la Carta Magna, interviniendo la autonomía, sus cuentas e incluso TV3.

«Escudo» de otro 155

Es más, en su conversación con Sánchez, el dirigente popular ofreció al presidente del Gobierno el respaldo de la mayoría absoluta del PP en el Senado, llegado el caso, para activar tal mecanismo excepcional sin dilaciones ni titubeos. Según las fuentes citadas, Casado le transmitió a Sánchez que de producirse tal escenario de intervención, el PP estaría dispuesto a ser «escudo» del Gobierno, poniéndose en la primera línea del bloque constitucionalista para contrarrestar los ataques del separatismo. Mientras tanto, «en el asunto de Cataluña no vamos a pasar ni una», advirtió Casado ante los medios.