El caos de Carmena en el cuidado de los árboles provoca que una rama mate a un viandante

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Los bomberos y el SAMUR atendieron al hombre en el camino de Vinateros (Moratalaz, Madrid).
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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Un hombre de 58 años ha muerto este martes tras caerle encima la rama de un árbol cuando se encontraba sentado en un banco en una zona ajardinada de la calle Camino de Vinateros de Madrid.  La víctima recibió un fuerte impacto en la cabeza que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo a las 12.20 horas. El SAMUR lo intubó y lo trasladado al Hospital Gregorio Marañón, donde ingresó con un «mal pronóstico». 

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, lanzó un tuit en el que daba el pésame a la familia del fallecido. Esta trágica muerte vuelve a poner de actualidad el problema de la ciudad de Madrid con el estado de la masa arbórea de la capital.

Uno de los objetivos de Ahora Madrid cuando ganó las elecciones municipales de 2015 era acabar con la «herencia» de Ana Botella al frente del Consistorio. Uno de los temas más delicados tenía que ver con el estado de conservación de los árboles madrileños. La anterior regidora recibió innumerables críticas por la gestión realizada por su equipo de gobierno tras dos casos similares en el verano de 2014. La oposición socialista y de IU exigió su dimisión cuando el 21 de junio de 2014 un hombre de 38 años que jugaba con sus hijos en el Parque del Retiro perdió la vida al venírsele en cima una rama de unos 400 kilos de una falsa acacia desde unos 10 metros de altura.

La situación provocó una alarma social alimentada desde la bancada socialista del Ayuntamiento de Madrid. El por entonces portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, afeó al consistorio, por entonces regido por la ‘popular’ Ana Botella, la «reducción del presupuesto» del departamento de parques y jardines. En un pleno del Ayuntamiento llegó a reclamar «más recursos y menos discursos» a la alcaldesa, señalándola como responsable. Hubo incluso voces socialistas que acusaron al equipo de Gobierno del PP de incurrir «en responsabilidades penales» por no cuidar la ciudad.

En agosto de 2014, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena anunció un plan urgente para frenar la caída de árboles en la capital, asumiendo como reto la solución de un problema que achacaban a la anterior regidora. Pero desde entonces no se ha sabido nada, ni de nuevas medidas ni de actuaciones concretas. Es más, los ciudadanos han venido avisando de que el mantenimiento de los parques, jardines y árboles de la ciudad era absolutamente insatisfactorio.

Que fuera el Partido Socialista el más beligerante en este aspecto contrasta con el silencio de este martes tras el incidente de este martes y el apoyo constante al Ayuntamiento de Manuela Carmena. Tanto que los rumores de una negociación para la entrada del PSOE en el equipo de gobierno son constantes.

Durante el mes de julio de 2014, el PSOE utilizó estos incidentes para vincularlos con «relación causa-efecto» con «la reducción de trabajadores» en el Área de Medio Ambiente. Todo, a pesar de que los estudios posteriores a la muerte del hombre en el parque de El Retiro demostraron que la rama no se había desprendido por falta de mantenimiento, sino por un proceso de «pudrición interna» causado por una descompensación de humedad a causa de un golpe de calor.

Incluso Podemos, que en el verano de 2014 era una agrupación incipiente, con cinco escaños en el Parlamento Europeo y sin representación política en el Ayuntamiento, llegó a culpar al equipo de Ana Botella de la caída de árboles y ramas en las calles y parque madrileños.

Y es que cuando el 9 de septiembre de 2014, una rama de olmo caía en el distrito de Villa de Vallecas, en la calle de las Viñas, acabando con la vida de un peatón de 72 años, la concejal de Izquierda Unida Raquel López señaló directamente a la gestión de Ana Botella como responsable de las muertes afirmando que «el recorte de 228 operarios» no era un factor ajeno «a los graves sucesos de este verano”.

De hecho, éste fue uno de los mantras de la campaña de Ahora Madrid en las elecciones municipales de 2015. La candidatura de la marca blanca de Podemos en la capital integraba a los podemitas, a una parte escindida de Izquierda Unida –entre ellos, la actual responsable del área, Inés Sabanés– y los ecologistas de Equo. Entre ellos, Demian Bianquetti, de Ahora Madrid Chamartín.

En agosto de 2015, la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, declaró que se había firmado un convenio de colaboración con el Colegio de Ingenieros Forestales «para el control, seguimiento y evaluación del arbolado urbano orientado por el personal especializado». Su nombre era ‘Plan de arbolado diario’. Peor, pese a anunciarlo a bombo y platillo, las denuncias de los madrileños por la falta de acción en este apartado que ya recibía el nuevo equipo de gobierno podemita sólo crecieron. Los ciudadanos se preguntaban si ya no era «culpa» del Ayuntamiento la caída de árboles y ramas en las calles de la capital.

En pleno agosto continuaron las reclamaciones por la falta de mantenimiento en los parques y jardines de la ciudad, con incidentes muy similares a los denunciados meses atrás por los políticos y asociaciones de izquierdas.

Durante los meses de la polémica contra Ana Botella y su gestión, la acusación principal de la oposición socialista y de los por entonces miembros de los círculos de Podemos era la de la falta de mantenimiento del arbolado, asegurando que había «nulo interés» en que la ciudad se mantuviera «limpia y verde» por intereses económicos.

Sin embargo, esas voces ahora callan ante las llamadas de atención de los vecinos que reclaman que no se deje secar los árboles, por ejemplo, de una de las zonas más concurridas de la ciudad, el intercambiador de Avenida de América.

Y es que a pesar de las campañas de propaganda en las que Ahora Madrid anunciaba que iba a plantar 8.000 árboles para recuperar los talado por el equipo de Ana Botella en la anterior legislatura, lo cierto es que el gobierno municipal de Manuela Carmena ha talado decenas de ejemplares sanos y robustos en diversas arterias de la ciudad, los vecinos denuncian que hasta en el paseo del Prado, e incluso se han llenado con placas de hormigón los huecos que antes ocupaban árboles en las aceras de Atocha.

Alegaba Ana Botella en aquel mes de julio de 2014 que era «normal en esa época del año» que se produjeran caídas de ramas y  de ejemplares completos, a causa de procesos de pudrimiento interno imposibles de detectar.

La polémica se alimentó como arma arrojadiza de acción política ante la concurrencia de incidentes similares. Unas semanas antes de la muerte del ciudadano de 38 años en El Retiro, el 4 de junio de 2014, un árbol de nueve metros de altura se había desprendido de cuajo en la calle Bravo Murillo precipitándose sobre la terraza de un bar, en ese momento vacía. Nueve días después, la rama de  de uno de los árboles situados en la confluencia de las calles Vallehermoso y Rodríguez San Pedro se desplomaba sobre los coches estacionados junto a él.

Entonces, la oposición socialista y de Izquierda Unida alegaba que eso eran falacias, y que todo se debía a la falta de mantenimiento y a los recortes. Pero la realidad es que estos procesos se están repitiendo en cuanto ha llegado el calor a la capital en este 2016. Pero la realidad es que estos procesos se están repitiendo en cuanto ha llegado el calor a la capital en este 2016.

A pesar de ello, la oposición, integrada entonces por PSOE, UPyD e Izquierda Unida, insistía en 2014 en acusar al equipo de Gobierno de Ana Botella de no estar haciendo «nada» por la seguridad de los madrileños. «Los ciudadanos están asustados ante estos incidentes continuos», acusó Lissavetzky. «La seguridad de los madrileños está por encima de todo, no puede haber más recortes».

Hace menos de dos semanas, en la calle Delicias, una rama enorme calló sobre la vía cortando la circulación, sin que se convocara ningún pleno municipal para culpar a Manuela Carmena ni a su equipo de «dejadez» o incluso de «responsabilidades penales» por «el miedo que sienten los ciudadanos al pasear por su ciudad».

Y después de todo este silencio por parte de l equipo de gobierno de Ahora Madrid, cuando se ha visto que la solución no es la propaganda política, ni las grandes palabras críticas contra quien tiene la responsabilidad de gobernar, este martes una rama ha acabado con la vida de un viandante de 58 años en el camino de Vinateros.

El hombre tuvo la mala suerte de estar tomando el aire en un mediodía de verano en la capital, a la sombra de uno de los dos millones de árboles que hacen de Madrid la ciudad más verde de Europa. Y, quizás, la mala suerte de que quienes hoy gobiernan su ciudad hablaron de más cuando eran oposición en las instituciones o en la calle, o actuaron de menos una vez que asumieron las responsabilidades hace ya más de un año.

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