España
Memoria Histórica

Calvo gasta 18.000 € en un dossier de propaganda sobre enterrados en el Valle de los Caídos

El Gobierno recurre a la Universidad de Barcelona para este trabajo "como acción complementaria" a las exhumaciones

El jefe de Memoria Histórica denunciado ante el Tribunal de Cuentas por gastar 13.000 € anuales en dietas

El Gobierno de Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática que dirige Carme Calvo, ha destinado 18.000 euros a la realización de un trabajo de asesoramiento sobre las identidades de enterrados en el Valle de los Caídos, enclave donde se encontraban los restos de Franco hasta que el Ejecutivo los trasladó al cementerio de Mingorrubio en octubre de 2019.

En concreto, según el expediente al que ha accedido OKDIARIO, el departamento de Calvo ha recurrido a la Universidad de Barcelona para un «servicio de consultoría y asistencia técnica para la elaboración de un dossier informativo de determinadas víctimas de la guerra civil enterradas en el Valle de los Caídos como acción complementaria de su exhumación».

Este expediente, firmado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática que encabeza Fernando Martínez Lopez, ha sido tramitado como contrato menor, por lo que no ha habido concurso público, y su importe ha ascendido a 18.089,50 euros. El plazo de ejecución de este contrato es de doce meses desde la notificación de su adjudicación.

Es decir, este servicio prueba que el Gobierno no sólo tiene entre sus planes acometer más exhumaciones en el Valle de los Caídos, en este caso de víctimas de la Guerra Civil, sino que también quiere ir engrasando la maquinaria propagandístico para el desarrollo de este proceso.

Al departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona pertenece la profesora Queralt Solé, que ya publicó en 2007 un libro titulado ‘El secreto del Valle de los Caídos: los nombres de los miles de muertos trasladados por Franco desde las fosas catalanes’.

Asimismo, en un artículo publicado en 2019 con el título ‘El Valle de los Caídos como estrategia pétrea para la pervivencia del franquismo’, Queralt Solé mostró su obsesión por la cruz del conjunto escultórico de la Basílica. Aquí, señala que «la gran cruz de 130 metros de altura, con unos brazos de 23 metros, se levantó para, justamente, controlar». «El lugar donde ubicarla fue detenidamente estudiado para que la cruz no solo tuviera una actitud pasiva, sino también activa», sostiene.

Y subraya: «La cruz escenifica la voluntad de omnipresencia permanente no solo en el territorio, sino también la omnipresencia del régimen nacional católico sobre las decisiones que debían tomarse en la capital. Así, metafóricamente, en este siglo XXI, la cruz de piedra representa el mismo régimen, que mantiene su manto encima del poder aunque ahora este sea democrático».

Demoler la cruz

Toda una crítica destructiva sobre la permanencia de la cruz en el Valle, elemento que Podemos, socio del PSOE en el Gobierno de la Nación, ya ha propuesto su demolición. El partido del actual vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, dio a conocer en septiembre de 2018 el documento ‘Exhumar el franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia’, donde la formación morada plasma su concepto ideológico para «resignificar» el Valle, buscando una actuación sobre el enclave más allá de la exhumación de Franco.

En ese contexto, los de Pablo Iglesias abogaron por dinamitar la cruz, el símbolo más identificativo de este espacio, y aprovechar su «residuo gravoso» para levantar un nuevo monumento de «dignificación y respeto a las víctimas». Un convocatoria para la que se convocaría, según defienden, un concurso público internacional en el que participaran asociaciones de memoria histórica y víctimas para estudiar distintas propuestas.  A juicio de los comunistas, el Valle de los Caídos representa «el asesinato, la represión y la barbarie de una dictadura».

Según consta en la memoria de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, el departamento de Carmen Calvo contempla «actuaciones en las criptas del Cementerio del Valle de los Caídos» y sostiene que «se programarán actuaciones de intervención con la finalidad de realizar las tareas de exhumación que permitan proceder a la identificación del mayor número posible de los restos allí depositados». Sánchez ya destinó 125.000 euros en 2019 a los trabajos para comenzar las exhumaciones de las 33.00o víctimas allí enterradas.

«Mover elementos»

Entretanto, el Ejecutivo de PSOE-Podemos aprobó el pasado septiembre el anteproyecto de la Ley de Memoria Democrática, un texto que actualizará la ley de 2007 de Rodríguez Zapatero y que todavía tiene que someterse a su tramitación parlamentaria. A este respecto, la propia vicepresidenta primera del Gobierno declaró que esta nueva norma pretende «resignificar» el Valle y transformarlo en un cementerio civil, lo que implicará «mover algunos elementos» y reflexionar «sobre cómo puede ser el espacio que vaya a quedar».

«Habrá que mover algunos elementos del Valle de los Caídos. Reflexionaremos cómo puede ser el espacio en el que se vaya a quedar en el futuro, pero en todo caso, esta ley determina que será un cementerio civil para la paz, el perdón y el descanso de las víctimas», comentó Calvo, sin asegurar la continuidad de la Cruz.

Así se pronunció durante una exposición telemática desde Ferraz con los secretario regionales y provinciales de Memoria Democrática de los socialistas. También participó el secretario de Estado de Memoria Democrática y secretario de Memoria Histórica del PSOE, Fernando Martínez.