El calvario de una mujer de 84 años con su ‘inquiokupa’: «No me paga y está alquilando habitaciones»

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Tres años lleva Josefa pidiendo a su inquiokupa que le devuelva su piso. Es un piso de Torrejón de Ardoz que lo ha pagado con sus ahorros de toda la vida: «Toda la vida trabajando para esto», dice la propietaria. Josefa tiene 84 años y siempre llevará el dolor de haber perdido a su marido sin haber recuperado el piso de ambos: «Él me decía, bueno mujer, ya se irán… y se ha ido él sin verlo», sentencia. La hija de Josefa, Amparo, fue la que alquiló este inmueble en nombre de su madre. «Mi madre ya es mayor y me pidió que hiciera la gestión de alquilarlo», y añade que «ahora me siento culpable por lo que he causado, pero pensaba que al hacerlo por inmobiliaria tendría más seguridad», dice frustrada Amparo.

El primer año de alquiler, la inquilina respondía económicamente, pero fue pasado un tiempo cuando comenzaron a tener problemas. «Le mandamos un burofax para decirle que mi madre necesitaba el piso y entonces dejó de pagar», dice la hija. Por otro lado, Josefa, siente que no volverá a recuperar el piso o que ella no lo verá, como le pasó a su marido. «Lo peor de todo es que tengo que seguir pagando la comunidad y el agua que consume que, además, tiene habitaciones alquiladas», dice con los ojos llorosos. Tras la desesperación y la «soledad» que sienten por parte del Gobierno, decidieron contratar a Brigada Desokupa para intentar agilizar el proceso de desahucio.

Óscar Ruiz, de la brigada, cuenta a OKDIARIO que la inquiokupa del piso es una auténtica «jeta». «No ha trabajado más de 3 años en su vida  y además está alquilando habitaciones, se está lucrando de ese dinero cuando es ilegal», dice rotundamente. Además, asegura que tienen grabaciones de un chico al que la okupa le estaba alquilando habitaciones. El propio grupo de Brigada Desokupa ayudó a los periodistas de este periódico mientras realizaban la grabación por si había algún problema con la morosa. Al acceder a su vivienda, la inquiokupa aseguró a este diario que se habían denunciado ambas. En este caso, la inquiokupa, lo hacía en contra de Josefa por no arreglarle los desperfectos del piso. «Ella sabe el motivo por el cual no pago, porque no me ha arreglado el piso», dice sin escrúpulos. «Ahora mismo no tengo la disposición para llegar y pagarle el dinero e irme».

«Estoy sola con 4 críos», es la explicación de la morosa cuando la periodista le pregunta el motivo por el cual no paga. La mujer además dice que no puede trabajar porque tiene una «lesión medular»: «De hecho, me acaba de mandar el hospital un mensaje del neurocirujano» asegura. De la misma manera, niega a OKDIARIO que ella esté alquilando habitaciones «Hay personas que me vinieron a acompañar para que no estuviera sola porque me tenían amenazada». Ella es la que dice que el problema de Josefa –la propietaria– es el dinero. «Estoy viviendo con 480 euros que me da el Estado», dice la inquiokupa.

A los pocos minutos de hablar con ella, la hija de Josefa –Amparo– sube al piso. «¡Sinvergüenza!, me he portado siempre muy bien contigo», dice un poco alterada.  Es entonces cuando se produce una conversación tensa entre ambas: «¡Encima tenías la cara de decirme que te arreglara la cocina!».

Problema en España

El 70% de todas las okupaciones que se registran en España forman parte del fenómeno denominado inquiokupación. Este movimiento ilegal consiste en que los inquilinos que se encuentran en régimen de alquiler dejan de pagar la mensualidad a sus caseros y, posteriormente, se atrincheran en el interior de la vivienda. En la mayor parte de los casos, cortan todo hilo de comunicación con el propietario, por lo que la llegada a un entendimiento resulta imposible. Como es el caso de Josefa.

De media, en España se registran una media de 46 okupaciones diarias, por lo que 32 de ellas se enmarcan dentro de este fenómeno en auge, y que irá a más, según denuncia la oposición. «La lentitud de la justicia y el efecto incentivador de las medidas del Gobierno, prohibiendo el cumplimiento de las sentencias de lanzamiento dictadas por los Jueces al amparo de la ley, está causando un efecto llamada hacia este tipo de prácticas».

En España, más del 90% de las viviendas de alquiler pertenecen a pequeños propietarios. Más del 40% emplean sus rentas para paliar necesidades personales y familiares. Desde el PP denuncian que el fenómeno de la inquiokupación  está poniendo en riesgo los ahorros de «los cuatro millones de propietarios que tienen el alquiler como complemento a su renta y su pensión».

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