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Bolaños se reúne este domingo con la Generalitat en Barcelona para «continuar con el diálogo»

El Gobierno de España mima a los catalanes. Tras los casos de presunto espionaje a dirigentes independentistas, Pedro Sánchez pone en marcha su maquinaria para tenerles contentos. Este domingo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, viajará a Barcelona para reunirse con la consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, para «continuar con el diálogo» tras el escándalo por el supuesto espionaje a más de 60 políticos secesionistas a través del programa informático Pegasus.

Fuentes gubernamentales han detallado en un comunicado de que en los últimos días se han venido produciendo diversos contactos entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat que derivado en la celebración de un encuentro amistoso que tendrá lugar mañana «para continuar con el diálogo entre gobiernos».

La cita dará comienzo a las diez de la mañana en el Palau de la Generalitat y está previsto que después hagan declaraciones a los medios de comunicación de manera individual.

Para el Ejecutivo central es «muy importante» que se siga manteniendo «la misma voluntad de diálogo» que se ha venido practicando hasta ahora con Cataluña desde que Pedro Sánchez es presidente. «Este Gobierno apuesta y seguirá apostando por el diálogo y el acuerdo», han esgrimido fuentes oficiales.

«Es importante –han insistido– recordar de dónde venimos y dónde estamos en las relaciones entre el Govern de Cataluña y el Gobierno de España para darnos cuenta de que ese es el camino a seguir: cooperación institucional y diálogo». «Los catalanes, en particular, y toda España lo agradecerán», han trasladado desde el Ejecutivo de la Nación.

Sin embargo, a pesar de todo, el independentismo echa más leña al fuego. El portavoz de Junts, Josep Rius, ha afirmado este sábado que el silencio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el presunto espionaje a dirigentes independentistas «le hace sospechoso de su complicidad».

En declaraciones a los medios por Sant Jordi, ha dicho que no se pueden vulnerar los derechos humanos amparándose en los secretos de Estado, porque «esto no es la democracia». Preguntado por la mesa de diálogo, ha valorado que no se reunía porque no hacía falta y ha agregado que el Gobierno ya sabía lo que los líderes independentistas estaban pensando, porque «los estaban espiando».

Responsabilidades

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha considerado «insuficientes» las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre el supuesto espionaje a políticos independentistas catalanes Pegasus y ha instado al Gobierno a asumir responsabilidades.

«No podemos abstraernos del caso de espionaje más grave que se ha conocido en democracia», ha indicado a los periodistas este sábado desde el Palau de la Generalitat por la Diada de Sant Jordi. Aragonès ve «imprescindible» que haya toda la transparencia en el Catalan Gate porque considera que a día de hoy no la hay, y ha subrayado que se ha vulnerado la intimidad de una sesentena de personas y se ha expuesto a terceros, ha dicho.

«Lo que quieren es condicionar la vida política de este país, y la vida política de este país no la condicionará ningún espía ni ningún gobierno», ha avisado el presidente, que ha explicado que no hay novedades respecto al cara a cara que pidió con el presidente Sánchez.

Sin embargo, Aragonès ha enfatizado que «no se trata de solucionar el caso de espionaje más grave con una fotografía de una reunión», sino de que tanto los presuntos afectados como la ciudadanía sepan exactamente qué ha sucedido y qué han hecho con los datos que han obtenido.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

Dragones

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha comparado el dragón de la leyenda de Sant Jordi con el Gobierno por el presunto espionaje. «Es la lucha contra el dragón de siempre que no nos permite vivir con normalidad en catalán», ha relatado en el paseo de Gràcia, donde ha dicho que este tipo de historias s´plo deberían ser tramas de novelas.

Ha defendido que «hay gente que pide explicaciones» pero que se debería ir más allá y, después de las explicaciones, tendrá que haber consecuencias que en política se llaman dimisiones, según la presidenta del Parlament.

El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha pedido, por su lado, que se depuren responsabilidades sobre el presunto espionaje a líderes responsabilidad y ha preguntado: «¿Hasta cuándo piensa esconderse Pedro Sánchez?». «Que, cinco días después, el presidente no haya dicho nada es la evidencia de la anomalía democrática del Estado español», ha expuesto a los medios. Antich ha añadido que «no es un asunto interno de Cataluña y el Estado español, sino que es un escándalo de dimensiones globales».

«Confianza»

Del lado socialista, el líder del PSC, Salvador Illa, ha comentado: «Tengo confianza en lo que dicen los portavoces de España». Ha defendido textualmente que el Estado «dialoga» y colaborará en lo que tenga que colaborar. Así lo ha afirmado en Sant Jordi arropado por los tenientes de alcalde de Barcelona Jaume Collboni y Laia Bonet, y la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero.