España
'Caso Begoña'

Begoña Gómez mintió al juez: ésta es la prueba de que pidió a Industria el «uso económico» del software

Begoña Gómez evitó registrar la marca a nombre de la Complutense y lo hizo por su cuenta

Begoña Gómez contactó con la Universidad Complutense de Madrid para que le informase sobre cómo registrar el software para empresas desarrollado en el marco de su cátedra, pero nunca lo hizo. Pese a que la universidad le remitió toda la documentación necesaria para el registro -a ella y a su asistente, Cristina Álvarez-, el procedimiento no se completó. Sin embargo, en los mismos días, Gómez registró la marca de la plataforma, Transforma TSC, en la Oficina de Patentes del Ministerio de Industria. Ese registro, tal y como consta en la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO, confería a Gómez el «derecho exclusivo» a utilizar la marca «en el tráfico económico». Previamente, la Complutense había advertido a la mujer de Pedro Sánchez que la plataforma era «100%» propiedad de la institución pública. Begoña Gómez aseguró ante el juez Juan Carlos Peinado que «jamás hubo ánimo de lucro» en el software.

En septiembre de 2022, la esposa de Pedro Sánchez inició sus consultas a la Complutense sobre cómo proceder para registrar el software. Según consta en el sumario, ella -y especialmente su asistente de Moncloa, Cristina Álvarez- intercambiaron varios correos con las responsables de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la universidad (OTRI), que le remitieron toda la documentación para inscribir la plataforma en el Registro Territorial de Propiedad Intelectual.

El 6 de octubre de 2022, desde la OTRI envían un mail a Cristina Álvarez: «Estimada Cristina: Tal como hemos acordado hace un momento, te adjuntamos un modelo de contrato de cesión de derechos a la UCM, para que la titularidad de esta obra sea 100% UCM al tratarse de una obra en colaboración con personal UCM que sí tienen dicha vinculación».

Un día después, otro correo de este departamento confirma que Begoña Gómez no está respondiendo: «No nos han enviado nada aún», informan internamente desde la OTRI.

Meses después, en febrero de 2023, Begoña Gómez parece interesarse de nuevo por el asunto y la Complutense le indica que debe rellenar el formulario que le envíen «para llevar a cabo el registro de software». Sin embargo, la universidad -en un escrito remitido al juez Juan Carlos Peinado- confirmó que la mujer de Pedro Sánchez no completó este trámite.

Se da la circunstancia, de que Gómez sí registró el software en la Oficina de Patentes y Marcas. La solicitud la hizo el 10 de octubre de 2022, es decir, apenas unos días después de que la Complutense le advirtiese que la plataforma era de propiedad universitaria.

«Derecho exclusivo»

La mujer de Pedro Sánchez registró ese día una «plataforma de medición de impacto social y medioambiental», con el dominio www.transformatsc.org, coincidente la herramienta de la Complutense.

El escrito de respuesta del registro, al que ha tenido acceso OKDIARIO, confiere a Gómez «el derecho exclusivo» a utilizar la marca «en el tráfico económico». El registro tiene una vigencia de diez años «y podrá renovarse indefinidamente».

Según consta, los productos a los que se refiere la marca abarcan: «Servicios científicos y tecnológicos, así como servicios de investigación y diseño conexos, servicios de análisis industrial, investigación industrial y diseño industrial, control de calidad y servicios de autenticación» y, finalmente, «diseño y desarrollo de hardware y software».

Cabe recordar que Begoña Gómez está actualmente imputada por los delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo. Estos dos últimos guardan relación con esta herramienta, que fue desarrollada para la Complutense por las empresas Indra, Google y Telefónica. La universidad desembolsó más de 100.000 euros en esta plataforma.

«Sin ánimo de lucro»

En su declaración ante el juez, el pasado diciembre, Begoña Gómez aseguró ante el juez Juan Carlos Peinado que registró la marca del software, pero afirmó que «jamás hubo ánimo de lucro».

Su abogado le preguntó si la marca había sido utilizada fuera del ámbito del máster que dirigía, a lo que Begoña Gómez respondió negativamente.  «Solamente se han utilizado dentro del entorno del máster, dentro del entorno de la universidad y, bueno, ha sido utilizado abiertamente, pues incluso en la Escuela de Verano, es decir, en las diferentes formaciones que se ha utilizado tanto por la Escuela de Gobierno como por parte de la Universidad, este hecho lo conocía la Universidad Complutense. Es decir, el registro de estas marcas», señaló.

Además, insistió en que el registro de las marcas no tenía «ánimo de lucro».  «Era simplemente como una protección. Es decir, al final estas marcas lo único que venían era pues proteger, en este caso, la marca del proyecto tecnológico, lo que viene es a proteger que mientras se está desarrollando ese proyecto tecnológico nadie se haga con ese nombre hasta el desarrollo final que hubiera podido tener ese proyecto», explicó la mujer de Pedro Sánchez.