España
Crisis en el PP

Los barones exigen a Casado que frene a Egea para que no lance un candidato alternativo a Feijóo

La reunión de este miércoles en Génova entre Pablo Casado y los barones será determinante en el inicio de la nueva era en el Partido Popular. Los dirigentes autonómicos acuden a la cita con la intención de pactar una salida «digna» con el aún presidente del PP. Su dimisión ya es evidente y sólo falta por concretar el momento exacto en que se hará pública. Pero unos y otros quieren asegurarse además de que la transición será tranquila, que no habrá nuevos contratiempos que puedan dañar todavía más al partido. Esto es, una posible candidatura alternativa que compita con la de Alberto Núñez Feijóo. De ahí que los barones estén reclamando a Casado que contenga a su ex secretario general, Teodoro García Egea, para que no promueva un candidato alternativo. Egea aseguró anoche en La Sexta que había un 7,5 posibilidades de 10 de que así fuera.

Hasta la implosión final de este martes, Casado y Egea habían hecho cálculos para comprobar si el poder provincial estaba de su lado. La conclusión era que sí, que Casado contaría con apoyos suficientes para concurrir a un congreso. De hecho, ése era su plan. Un congreso nacional, probablemente en mayo o junio -estaba previsto para julio pero se podría adelantar unos meses- para competir de nuevo por el liderazgo y confiando en que, con esa candidatura, Feijóo daría marcha atrás. Conocido es que el presidente gallego siempre ha renegado de rivalizar con otro candidato y que sólo accederá a tomar las riendas si es por aclamación.

Egea apunta a más candidatos

Pero todo se precipitó el martes. El clamor exigiendo la convocatoria inmediata de un cónclave extraordinario y la dimisión de la actual cúpula -al que se unieron distintas estructuras provinciales y autonómicas y la dirección del Grupo Parlamentario Popular -dejó sin margen a Casado y Egea. El secretario general dimitió por la tarde, como avanzó OKDIARIO. Y poco después se anunció la convocatoria del congreso extraordinario, lo que pedían los barones.

La opinión mayoritaria entre populares es que no habrá más de una candidatura. Otros señalan que no puede ser de otra forma. Que sería impensable porque ahora toca reconstruir y un congreso a cara de perro no haría otra cosa que dañar al partido.

Pero las palabras de García Egea, en una entrevista en La Sexta, han generado cierta incomodidad. El ex número dos de Casado dejó la puerta abierta a que se pueda presentar más de un candidato a liderar la organización. Según su opinión, la posibilidad de que concurran otros aspirantes es de «un 7,5» sobre diez, lo que obligaría a celebrar unas primarias. «Tienen que ser los militantes los que elijan al presidente», afirmó convencido.

Por ahora, Feijóo no ha anunciado públicamente que se presentará. El líder gallego ha mantenido la prudencia cada vez que se le ha preguntado aunque este martes, con Génova en plena erupción, dio un paso más y aseguró ponerse a disposición de lo que el partido necesite.

«En la situación en la que estamos, todos tenemos que tener la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias y todos somos responsables de la situación, todos tenemos que tomar decisiones. Todos, yo entre ellos. Estoy convencido de que tomaré las decisiones en función de lo que observemos en el partido y lo que el partido me pida que haga», destacó el presidente de la Xunta.

Por su parte, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se ha descartado de la competición. «Mi sitio es Madrid y no me moveré», insistió  hace unos días.

Todo está dispuesto para que Feijóo sea el elegido y sólo un movimiento imprevisto podría disuadir de ese objetivo.

Paso a paso, antes, en la reunión de este miércoles, Casado comunicará su marcha a los barones y el resto de líderes territoriales. La única duda es si su adiós público será inmediato o si esperará a la Junta Directiva Nacional, como parece en cierto punto lógico. Este órgano se reunirá el martes que viene. En cualquier caso, se intentará una salida pactada, digna y lo menos abrupta posible, dentro de las circunstancias.