España
Quedaron atrapados a 3.000 metros de altitud en el Pirineo

La Guardia Civil rescata a dos montañeros ‘indepes’ que iban a poner la estelada en una cima aragonesa

Dos jóvenes catalanes independentistas, de 19 y 26 años, fueron rescatados heridos a 3.000 metros de altitud en el Pico del Alba de los Pirineos por miembros de la unidad de rescate de montaña de la Guardia Civil, ese Cuerpo al que los separatistas desprecian con su fanatismo político, según informa este martes el Heraldo. Los jóvenes portaban una estelada con la que pretendían hacerse la foto para inmortalizar la gesta de la ascensión a esta cima de Huesca.

Tal como relata el Heraldo, lo guardias civiles lograron el rescate después de mucho esfuerzo y sin reparar en que la enseña con la que pretendían abanderar su hazaña podía resultar una presentación hostil. Al contrario, la bandera separatista resultó de gran utilidad pues fue empleada incluso para abrigar a los lesionados, deficientemente pertrechados para la aventura hasta el punto de que uno de ellos iba en pantalón corto.

El incidente se ha conocido ahora, pero ocurrió el 19 de junio pasado. Sobre las nueve de la noche, no muy lejos del gigante del Pirineo, el Aneto, que la propaganda ‘indepe’ y la televisión pública TV3 se apropian como catalán, pese a estar bien plantado y erguirse enteramente sobre territorio aragonés. A esa hora se recibió una llamada de un familiar que informaba de que dos jóvenes habían salido esa mañana para subir a la cresta de los quince gendarmes del Alba y que no habían regresado ni sabían de ellos.

Según el relato del Heraldo, una patrulla de Seguridad Ciudadana del puesto de Benasque se aproximó a la zona donde supuestamente deberían haber dejado su vehículo, y allí lo localizaron, estacionado. Mientras, personal del Greim y la Unidad Aérea, junto con una médico de 061, se dirigieron a la Cresta del Pico Alba para un reconocimiento visual de la zona. Tras varias pasadas, ya casi en el ocaso, avistaron a los dos montañeros, a unos 3.000 metros de altitud, uno de ellos tumbado en el suelo inerte y el otro realizando señales. En una complicada maniobra de apoyo parcial del aparato con un solo patín, los pilotos lograron depositar a los especialistas y a la médica a unos 200 metros de los accidentados. El helicóptero tuvo que regresar a la base debido a que no quedaba apenas luz.

 

El Heraldo informa de que avanzando por un terreno peligroso, muy descompuesto y con fuerte pendiente, el equipo de rescate llegó hasta los accidentados en torno a las 22.30 de la noche. Tras colocar un pasamanos y asegurar a los accidentados, se les trasladó con mucho cuidado hasta una pequeña repisa donde pasar la noche, asegurándolos con cuerdas ya que se encontraban en una canal con mucha pendiente, muy expuesta y con abundantes rocas de gran tamaño sueltas. Tras evaluar constantemente la médico del 061 a los accidentados y curar las abundantes heridas que sufrían, les abrigaron para pernoctar junto a ellos.

Los dos accidentados sufrían numerosos traumatismos y uno de ellos se encontraba especialmente grave, por lo que durante toda la noche la médico y los especialistas en montaña siguieron pendientes de los heridos por si su estado empeoraba.

Sobre las 6.30, al amanecer y ya con la primera luz del día, regresó el helicóptero de la Unidad Aérea con base en Huesca y otro especialista del Greim de Benasque. Tras acondicionar a los heridos para su traslado, se procedió a sacarlos con grúa y evacuarlos urgentemente hasta el Hospital San Jorge de Huesca, donde esperaba un helicóptero de 112 para el traslado del más grave hasta Zaragoza. Los dos salvaron su vida y las sus familias quedaron muy agradecidas con los guardias que lo habían conseguido.