España

315 días después… ¡Habemus Presidente!

Tras más de 300 días de interinidad, Mariano Rajoy ha sido investido esta tarde presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, con 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones.

En ausencia de Pedro Sánchez, que por la mañana anunciaba que abandona su escaño, los socialistas han votado en medio de un importante cisma interno. Finalmente 15 de los 85 diputados del PSOE han roto la disciplina de partido y han votado «No». Entre ellos, los siete diputados del PSC, la ex secretaria de Estado Margarita Robles, el ex alcalde de San Sebastián Odón Elorza, la diputada de Aragón Susana Sumelzo y los dos diputados del PSOE de Baleares.

En cambio, otros socialistas muy próximos a Pedro Sánchez han decidido acatar la decisión de la gestora y se han abstenido, como el ex presidente del Congreso Patxi López o el ex secretario de Organización del PSOE César Luena. El independentista Gabriel Rufián ha dado la nota votando «No es no».

Antes de iniciarse la sesión, el coordinador de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, se ha acercado a saludar a los manifestantes de Rodea el Congreso, entre los que se encontraba el fundador de Podemos Juan Carlos Monedero.

Podemos, con Rodea el Congreso

En medio de un fuerte despliegue policial, más de 2.000 manifestantes han coreado cánticos contra Felipe González, al que han tachado de «golpista» y «fascista». La protesta había sido convocada por la asesora del grupo proetarra Bildu Elena Martínez López, que desde hace cuatro años cobra un sueldo público del Congreso de los Diputados, y por Alberto Albino Torre, miembro del Círculo Unidad Popular de Podemos.

Durante su discurso, Mariano Rajoy se ha mostrado dispuesto a «corregir y ceder todo lo que sea razonable» para sacar adelante su programa de Gobierno, pero ha advertido que no está dispuesto a «derribar lo construido» ni «traicionar» su proyecto político.

Su principal aliado en esta legislatura, Albert Rivera, ha garantizado que Ciudadanos mantendrá su apoyo parlamentario al Gobierno de Rajoy, siempre que se mantenga fiel a las 150 medidas de regeneración democrática pactadas. A continuación, ha añadido dirigiéndose a Pablo Iglesias: «Tengo malas noticias para usted, a partir de mañana toca trabajar».

El portavoz del PSOE, Antonio Hernando –que hasta hace dos semanas era el apóstol del No– ha avisado de que su grupo no dará ni un día de «cortesía» a Rajoy pese a facilitar su investidura mediante la abstención (a la que no se han sumado todos los diputados socialistas).

Una oposición de «gritos y chascarrillos»

Pero Hernando también ha ironizado sobre Podemos al añadir que el PSOE no se va a sumar a «una oposición de gritos y chascarrillos, twitter y camisetas, de textos legislativos que no presentaría ni un estudiante de primero de Derecho y abandonos irresponsables del puesto de trabajo». Aludía a los diputados de Podemos, que el jueves abandonaron la Cámara porque el portavoz popular Rafael Hernando les recordó su vinculación con las tiranías de Venezuela e Irán.

Pese a este golpe bajo, esta vez Pablo Iglesias no ha hablado de cal viva ni ha llamado «delincuentes» al resto de diputados de la Cámara. En un discurso más comedido que en ocasiones anteriores, ha acusado a Rajoy de «destruir el PSOE por dentro» para ser investido presidente mediante «una operación orquestada por las élites».

«Tarde o temprano, les ganaremos en las elecciones», ha advertido Iglesias, quien ha pretendido presentarse así como portavoz de la oposición, sacando réditos de la fuerte división interna del PSOE.

Mucho más faltón ha estado el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, quien ha tachado de «traidores» a los diputados del PSOE y ha afirmado que la socialista Susana Díaz es «una cacique que gobierna la Comunidad autónoma con una de las tasas de paro y fracaso escolar más altas de Europa».

Rufián llama «traidores» a los socialistas

«Sólo les queda de izquierda la situación en la que se sientan en los consejos de administración de las eléctricas», ha añadido Rufián dirigiéndose a los diputados socialistas. Hasta hace dos semanas, el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez intentaba negociar un pacto de gobierno con él.

Antes de que la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, le cortara el micrófono, Rufián ha tenido tiempo de descalificar a los diputados de Ciudadanos aludiendo a los «cínicos naranjas» y su «cuñadismo neoliberal salvaje».

Concluidas las intervenciones, el portavoz socialista Antonio Hernando protestaba enérgicamente contra las «expresiones de odio y faltas al honor del señor Rufián contra el PSOE, que ha vertido sangre, sudor y lágrimas para que él hoy pueda estar aquí». Desde su escaño, Rufián respondió con gestos desafiantes y se negó a retirar sus palabras.

Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha reivindicado que el País Vasco «no es una Comunidad autónoma. Los vascos somos una nación y así queremos ser tratados».

Adiós al fantasma de nuevas elecciones

El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, ha sido el encargado de cerrar los turnos de palabra. Se ha felicitado de que «afortunadamente no habrá terceras elecciones y Mariano Rajoy será investido presidente porque ha sacado muchos más escaños que los demás».

Hernando ha presumido de que, tras cuatro años de Gobierno de Rajoy y uno de interinidad, más de un millón de personas han abandonado las listas del paro y hoy «crecemos el triple que la media de la Unión Europea, gracias a las reformas del Gobierno y a las historias de superación protagonizadas por muchos españoles». El reto debe ser ahora, ha añadido, lograr que haya 20 millones de españoles trabajando.