Cargos del PSOE aconsejan a Sánchez gobernar con los presupuestos de Rajoy para zafarse de Podemos

En el cuartel general del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, ya se da por hecho que este año no habrá Presupuestos Generales del Estado nuevos y aprobados. Pero tampoco lo consideran un drama para su partido y el gobierno de Pedro Sánchez, algunos incluso lo consideran un alivio. Ahora la tarea pasa por convencer a Moncloa de que la situación tampoco es tan mala.

Algunos dirigentes socialistas reconocen en privado que aunque no son sus números, las cuentas del PP para este año tampoco son malas políticamente, ya que están pensadas en clave preelectoral y como tal, incluyen un elevado gasto en inversión que les permitiría continuar con su campaña de marketing permanente de anunciar inversiones ‘sine die’.

La prórroga de los presupuestos del PP es también un alivio para el PSOE que tiene que lidiar entre el equilibrio parlamentario, la acción responsable de gobernar y continuar aparentando una ideología de izquierdas y progresista que hace tiempo ha dejado de representar. Pero su principal rival político, Podemos, le pisa los talones y aprovecha cualquier despiste de Sánchez para desgastarlos. De esta forma, prorrogando las cuentas de este año, el PSOE evita tener que implementar medidas que tienen un gran coste económico como la igualación del permiso de paternidad y maternidad o la subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 900 euros.

La aplicación de los presupuestos del PP dejan un cierto margen de maniobra al actual gobierno socialista, ya que como reconoce bromeando un diputado socialista «a veces los presupuestos no se cumplen». Una frase que por muy surrealista que pueda parecer, se ha convertido en una forma de resistencia para muchos políticos en España, anunciando año tras año las mismas inversiones y algunas de las cuales llevan veinte años sin hacerse.

Moción de confianza

Aunque en algún momento se había llegado a especular que el Gobierno podría no presentar los presupuestos en el Congreso, algo a lo que están obligados por ley, todo apunta a que finalmente será así. Será en la misma cámara en la que fue elegido por una mayoría de los diputados este verano, donde Sánchez vivirá su primera gran derrota con el rechazo de la ley más importante de cualquier ejecutivo.

A lo largo de los últimos años, tras no conseguir aprobar presupuestos, otros mandatarios han puesto a disposición del pleno la confianza en su persona, como sucedió en Cataluña con Carles Puigdemont o en Barcelona con Ada Colau, al no conseguir los apoyos para la ley madre de cualquier gobierno. A día de hoy, reconocen desde el entorno del presidente, queda descartada una moción de confianza de Sánchez en el Congreso -una fórmula similar con la que llegó a Moncloa con la mayoría suficiente-, pero que hoy evidenciaría que el jefe del ejecutivo cuenta con poco más que el apoyo de sus 84 diputados, pese a que desde sus ministros recuerden que «la mayoría de la moción de censura continúa existiendo».