El Gobierno esconde a Duque y Celaá en el Senado para no responder sobre sus fraudes patrimoniales

Filibusterismo parlamentario y poca transparencia. El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de la Secretaría de Estado con las Cortes que dirige José Antonio Montilla, ha maniobrado para que ni el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ni la titular de Educación y portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, den explicaciones en el Senado sobre sus fraudes patrimoniales, desvelados ambos por OKDIARIO.

El Grupo Popular en la Cámara alta, encabezado por Ignacio Cosidó, había registrado dos preguntas orales dirigidas a sendos ministros en la sesión de control al Gobierno de este martes. Sin embargo, el Ejecutivo socialista ha escondido a Duque y Celaá y ha establecido que sean las ministras de Hacienda y Política Territorial y Función Pública, María Jesús Montero y Meritxell Batet, respectivamente, quienes den respuesta a las preguntas del PP. Lo sorprendente es que tanto Duque como Celaá estará en la sesión de control, pues no han alegado ningún problema de agenda. Las preguntas del PP las formularán, por el mismo orden, los senadores Guillermo Martínez Arcas y María Arenales Serrano.

Pese a que Duque y Celaá todavía deben aclarar diferentes cuestiones relativas al manejo de su patrimonio (el primero, ante una presunta elusión fiscal, y la segunda, respecto a la ocultación de un patrimonio millonario), Moncloa ha querido así que continúen sin ofrecer suficientes explicaciones que les demanda la oposición.

El Ejecutivo ha optado por que Montero sustituya a Duque esgrimiendo que su caso relacionado con Hacienda, tal y como ocurrió la pasada semana en una interpelación en el Senado presentada por el PP. Sin embargo, la titular de Hacienda evitó entrar en el fondo del asunto, no aclaró por qué la patrimonial de Duque no tuvo ingresos en los tres últimos tres ejercicios y sí «otros gastos de explotación» de más de 150.000 euros; tampoco profundizó en el supuesto auto-alquiler de las viviendas de lujos del ministro a través de su sociedad instrumental y subió a la tribuna fundamentalmente a embarrar el debate.

Casa Tangora

En cuanto a Celaá, el Gobierno ha puesto a la ministra Batet para que le haga de parapeto, con la excusa de que la publicación de las declaraciones de bienes de los altos cargos del Ejecutivo es una competencia del departamento de Función Pública. Batet mantendrá que lo declarado por Celaá es el «valor catastral» de su bienes.

Sin embargo, tal y como ha revelado OKDIARIO, lo que no cuenta Celaá es que, por ejemplo, posee otros dos pisos unidos en uno con una superficie de más de 310 metros cuadrados en el barrio más lujoso de Gecho (Vizcaya). La valoración real de estos inmuebles en el histórico palacete vasco Casa Tangora ronda los 2 millones de euros. Pero Celaá los incluyó en su declaración con un valor más redondo: cero euros. Y ello, con la trampa de que el Catastro aún no ha valorado estos bienes por proceder de la remodelación de la finca en que se encuentran.