Sánchez no se comprometerá a un referéndum con ERC y PDeCAT aunque Iglesias lo negocie
El PSOE negociará los presupuestos con más dinero en inversiones para Cataluña
Trasladará a ERC, PDeCAT y PNV la presión de que si no salen estos presupuestos sociales es por su culpa
Iglesias confirma que Sánchez conocía su reunión en la cárcel con el golpista Junqueras
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha emprendido ya las negociaciones claves para conseguir sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Pablo Iglesias ha tomado la delantera en una negociación con ERC y sus políticos presos por golpismo con el fin de ofrecer un avance hacia un referéndum pactado como premio a cambio de cambiar las cuentas públicas.
Pero el Gobierno ha tomado ya la decisión de que no aceptará esa exigencia como requisito para obtener el sí de los separatistas a las reformas económicas del Gobierno.
Habrá declaraciones ambiguas. Habrá palabras de diálogo. Pero la decisión firme y cerrada de Moncloa es la de no comprometerse a nada en concreto con respecto a un referéndum porque saben que sería su muerte electoral.
El PSOE negociará con más dinero en inversiones para Cataluña. Incluso lo hará comprometiéndose a perdonar buena parte del coste de la deuda asumida por Cataluña a raíz de los planes de rescate por la crisis. Pero Pedro Sánchez ya ha confirmado internamente a sus ministros que no se pondrá en juego el impacto de un referéndum con el propósito de sacar las cuentas del Estado.
La consigna interna pasa por trasladar a ERC, PDeCAT y PNV la presión de tener que explicar a sus electores que si no apoyan estas cuentas del Estado ellos serán los culpables de que no se haya podido realizar el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros, el aumento del gasto en vivienda social, guarderías, pensiones y Ley de Dependencia.
Con esa baza el PSOE jugará en un escenario puramente electoral. Es decir, si saca adelante los Presupuestos, saldrán sin concesiones puras al separatismo. Y, en caso de no ser aprobados, el PSOE será el que se quede con el marchamo de haber pretendido avanzar en mejoras sociales y con el golpe de imagen para el resto de sus aliados de Gobierno de haber sido los que lo han impedido.
El Gobierno sabe que, además, Bruselas le respalda en esta decisión. Porque si sale un Presupuesto nuevo, la Comisión Europea no quiere ni oír hablar de que sea a cambio de disparar las tensiones rupturistas en un Estado miembro de la UE. Y si no sale, la Comisión Europea no tiene ningún problema en aceptar una prórroga de Presupuestos que supondría un claro recorte del gasto.