Sánchez quiere blindar constitucionalmente el ‘papeles para todos’ para que el PP no pueda deshacerlo

Sánchez-Inmigración
Sánchez y Merkel en la reunión sobre inmigración que tuvieron en Sanlúcar (Foto: EFE).
Carlos Cuesta

El PSOE quiere blindar en la Constitución la extensión del ‘papeles para todos’ para que el PP no pueda deshacerlo a su llegada al Gobierno. El plan de los socialistas pasa por aprovechar la reforma constitucional para colar toda una transformación en el tratamiento a los integrantes.

De este modo, no sólo pretenden que se garantice con rango constitucional el acortar los plazos de concesión de los papales a los inmigrantes que entran de forma ilegal en España, sino que también busca que se incorpore una mecanismo de habilitación para su voto en las elecciones municipales.

El PSOE ya ha solicitado el apoyo a esta reforma a buena parte de sus socios de moción de censura -los que le respaldaron para llegar al poder echando al PP-. Y el acuerdo es mayoritario en esta dirección. Básicamente porque están convencidos de que se trata de una bolsa de potenciales votantes que no acabarán engordando el voto de la derecha sino de sus formaciones de izquierda o antisistema.

Una de la fórmulas jurídicas que se pretenden utilizar con este fin es la de sustituir la actual redacción constitucional para introducir un sujeto portador de derechos: “Las personas”, de manera que no sean exclusivamente los españoles los que puedan ver garantizados determinados derechos, servicios, prestaciones y una reformulación del derecho a la igualdad ante la ley y a la no discriminación que pretende incluir, precisamente, la no discriminación en el voto local.

Con este motivo, además, se quieren incorporar nuevas causas de prohibición de la discriminación. De manera que la reforma suponga un salto adicional en el acceso de los inmigrantes a una protección jurídica amplia.

Y es que el plan final del PSOE es facilitar el derecho al voto de los inmigrantes en futuras elecciones municipales y hacerlo de tal manera que el PP no pueda revertir fácilmente este cambio. Para ello, quiere usar el texto de la Carta Magna. Y, si lo consigue, eliminar a través suyo o de una remisión a la normativa sobre migración el requisito de reciprocidad en el voto y haciendo mucho más asequibles y rápidos los trámites para ser residente.

Los plazos de la reforma hacen prácticamente imposible que un cambio de esta magnitud se apruebe antes de la primavera del año que viene –cuando se celebran las próximas elecciones municipales–. Pero sí servirá al PSOE para amortizar a medio y largo plazo la campaña mediática de apoyo a la entrada de inmigrantes en España que ha dado comienzo a raíz de la llegada del barco Aquarius.

 

 

 

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