España no está en el programa al que Juncker promete 55 millones y la mitad irán para Marruecos
El programa será aplicado por el Ministerio del Interior italiano, cuyo titular es el xenófobo Matteo Salvini
Además lo gestionará una organización internacional en la que no participa el Gobierno español
La carta que ha enviado este miércoles Jean Claude-Juncker, presidente de la Comisión Europea, a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no es más que la respuesta a la enviada desde la Moncloa pidiendo ayuda «urgentemente». Los 55 millones de euros que Bruselas promete para paliar la actual crisis de inmigración están ya comprometidos en un programa en el que no participa España y «al menos la mitad» de esos fondos «irá para Marruecos», según el ministro Josep Borrell.
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha querido desmentir que la carta misiva de Juncker advirtiera de la «limitación de los fondos de la UE» para políticas de inmigración, aunque lo hace. Borrell, por el contrario, ha querido hacer hincapié en que Juncker anunciaba el desbloqueo de 55 millones de euros procedentes del fondo fiduciario para África, si bien ha admitido que «la menos la mitad del dinero irá para Marruecos».
La carta, publicada en Twitter por el propio Juncker, habla de 55, los correspondientes al programa aprobado el 6 de julio para gestión de fronteras en Marruecos y Túnez.
A este programa se refiere Juncker cuando dice que «la Comisión está haciendo todo cuanto está en su mano para garantizar la rápida ejecución» y que para ello hará falta la «plena y estrecha cooperación» de las autoridades marroquíes.
Se trata, según anunció la Comisión el 6 de julio, de un programa para apoyar a las instituciones de Marruecos y Túnez para «salvar vidas en el mar, mejorar la gestión de las fronteras marítimas y luchar contra los traficantes que operan en la región».
Lo gestionará Salvini
El programa, en el que no participa España, se concentrará en dotar a estos países de capacidades y mantenimiento de equipos y lo aplicarán el Ministerio italiano del Interior —cuyo titular es el xenófobo líder de la Liga italiana Matteo Salvini— y el International Centre for Migration Policy Development (ICMPD), una organización internacional de 17 países entre los que no está España —sus miembros son todos países del este de Europa más Portugal—.
En declaraciones a los periodistas en el Instituto Cervantes, Borrell ha afirmado: «No dice que no haya mas dinero, anuncia el desembolso de 55 millones de euros, que ya estaban en el fondo fiduciario, reconoce que las necesidades son grandes y espera que se puedan conseguir más recursos», ha dicho.
El ministro ha hablado de una «movilización inmediata» de fondos si bien ha admitido que al menos la mitad de esos fondos «irán a paliar las actuales circunstancias que se están produciendo en Marruecos». Borrell ha pedido no restar importancia al esfuerzo de Bruselas, aunque ha añadido que «es verdad que se reconoce que pueden no ser suficientes».
El programa se anunció el 6 de julio
El programa «consistirá, principalmente, en equipar a ambos países con el material y conocimientos técnicos apropiados», explica Juncker a Sánchez. «En el caso de Marruecos, aproximadamente la mitad del presupuesto asignado a ese programa financiará parte de los materiales que se indican en el listado adjunto a tu carta», añade, en alusión a la petición de medios materiales para Rabat que Sánchez incluyó en su misiva.
Juncker da a entender que ya conocía ese listado, porque dice que ese documento «se ha utilizado como referencia» para la labor de la Comisión «en los últimos seis meses». De hecho, también señala que la Comisión lleva «trabajando intensamente a lo largo de los últimos 10 meses para entablar debates de fondo» con las autoridades marroquíes sobre la cooperación migratoria.
En cuanto a los esfuerzos de la Comisión para poner en marcha el programa, le asegura que «se están manteniendo conversaciones, con la máxima celeridad» con el ICMPD y se muestra confiado en que se podrá «ultimar estas conversaciones rápidamente y firmar el contrato en breve», de manera que «los pagos se efectuarán sin demora al citado organismo».
Después, Juncker añade que el material que se entregará a Marruecos «se adquirirá mediante un procedimiento de licitación», conforme a las normas de la UE en materia de contratación pública y que, teniendo en cuenta «la urgencia de obtener resultados tangibles», «inmediatamente después de la firma del contrato podrá desplegarse un equipo de expertos para afinar la definición de prioridades y fijar el calendario con Marruecos».
En este punto, Juncker admite que las «necesidades manifestadas por Marruecos exigen un esfuerzo financiero muy superior» pero los recursos «son, desgraciadamente, limitados» en el Fondo Fiduciario de la UE para el Norte de África.