Economía
Energía

Yolanda Díaz quiere cargarse al consejero podemita de Enagás en pleno declive de la compañía

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Yolanda Díaz tiene intención de destituir al conocido consejero de Podemos en Enagás, Cristóbal Gallego, para reemplazarlo por otra persona más ligada a Sumar tras la ruptura con el partido de Ione Belarra. Este movimiento se producirá en la próxima junta de accionistas y llega en pleno declive de la empresa, como demuestran sus resultados de 2023 conocidos ayer.

Gallego saltó a la fama por no apoyar la política de remuneraciones de Enagás por considerarla excesiva -en línea con la doctrina de Podemos de que los consejeros y directivos tienen unos sueldos «escandalosos»-, pero a la vez aprovecharse de ella y embolsarse 390.000 euros hasta el año pasado, como denunció en su día OKDIARIO. A eso hay que sumar otros 160.000 euros con cargo al ejercicio 2023, según el informe de remuneraciones publicado este martes por Enagás. Es decir, se embolsará en total 550.000 euros por sus cuatro años en el consejo de administración.

Ahora, la ruptura de Sumar con Podemos le ha dejado fuera de juego justo cuando vence su mandato y debe ser renovado por la junta de accionistas. Fuentes al tanto de la situación aseguran que la vicepresidenta segunda del Gobierno quiere «colocar a alguien de su absoluta confianza» en el consejo del gestor de la red de gas española para tener un control directo del mismo.

Además, cuenta para este movimiento con el apoyo de Teresa Ribera, la ministra de Transición Ecológica, que forma un bloque con Díaz en el Consejo de Ministros contra el titular de Economía, Carlos Cuerpo, y la de Hacienda, María Jesús Montero. Como también adelantó este medio, Cuerpo trasladó a los grandes bancos que pretendía ser el contrapeso a las constantes críticas y propuestas antiempresa de la ministra de Trabajo.

Cristóbal Gallego, consejero de Enagás por Podemos.

No obstante, Gallego no ha desempeñado ningún cargo directivo en Podemos, con lo que existe la posibilidad de que convenza a Yolanda Díaz de que le mantenga en el puesto si se compromete a adecuarse a los postulados de Sumar y a cumplir fielmente las órdenes de la vicepresidenta. No obstante, este ingeniero aeronáutico sí formó parte de la Comisión Nacional de Expertos en Transición Energética en 2017 como representante de Podemos.

Aparte de la cuestión de las remuneraciones, la entrada de Gallego en Enagás ya fue polémica, porque supuso tener que ampliar el consejo de 13 a 16 personas con políticos o expertos nombrados por políticos -entraron también los ex ministros socialistas José Blanco y José Montilla-, lo que implicó inmediatamente el aumento del gasto en salarios de la empresa semipública en 480.000 euros al año.

Fue polémico también porque Gallego estaba ligado a una asociación, el Observatorio Crítico de la Energía, que firmó artículos en contra del gas y a favor de que se dejara de utilizar, y a favor de la expropiación en Bolivia de cuatro filiales a la eléctrica española Iberdrola.

Caída de beneficios

Enagás publicó este martes una caída del 8,8% en sus beneficios de 2023 y una fuerte reducción del dividendo del 43%; este año será de 1,74 euros por acción, como prometió, pero a partir del próximo ejercicio la retribución al accionista se queda en un euro.

Las fuentes consultadas explican que los ingresos de la compañía que preside Antonio Llardén provienen de la retribución por la inversión, que es la parte del león, y por la operación y el mantenimiento de la red de gas. La inversión nueva ha caído a mínimos en los últimos años, mientras que ha ido incrementando la amortización de las infraestructuras, lo que se ha traducido en una reducción de la retribución por inversión. Y eso explica la caída del beneficio.

Esta bajada se ha amortiguado gracias a la venta de activos como el gasoducto de Morelos, que reportó 42,2 millones de beneficios extraordinarios el año pasado. Pero «Enagás ya ha vendido prácticamente todo lo que podía vender», según las fuentes. «Sólo le queda la norteamericana Tallgrass Energy, pero no consigue venderla porque está en pérdidas». La compañía española participó con un 11% en la adquisición de Tallgrass en 2019 junto a Blackstone y el fondo soberano de Singapur, con un coste de 590 millones. En 2020, elevó su porcentaje al 30,2% con el desembolso de 760 millones.

En consecuencia, el relevo del consejero podemita llega en un momento muy delicado para Enagás, que además está pendiente de la revisión de la citada remuneración de la red que debe aprobar la nueva Comisión Nacional de la Energía que creó ayer el Gobierno y que estará totalmente controlada por Teresa Ribera.