Economía

Los vigilantes aeroportuarios que declaran la guerra a Aena ganan 200 euros más que un Guardia Civil


Los aeropuertos han acaparado los titulares de los medios de comunicación durante el verano y no precisamente por el tráfico de pasajeros. Colas, pérdidas de vuelos, retrasos… Y todo provocado por los conflictos laborales que han estallado desde las plantillas de Eulen, Ilunion, Aena y Prosegur, que amenazan con continuar las huelgas que están marcando los calendarios de muchos viajeros. Pero, ¿Cuánto ganan y qué piden los agentes de seguridad aeroportuarios?

La segunda pregunta es simple, los sindicatos exigen a las empresas mejoras salariales y aumentos de plantillas. La primera es más compleja, pero podemos adelantar que un vigilante aeroportuario sin antigüedad se embolsa un total de 19.641 euros brutos anuales. Para que se hagan una idea, un vigilante de cualquier empresa privada -que no trabaje en aeropuertos- goza de un sueldo de 17.382 euros (siempre hablando en bruto); más de 2.000 euros menos al año que si se emplean en un aeródrnomo.

Por si esto fuera poco, muchos de los Guardias Civiles que han tenido que cubrir la vacante de estos agentes cuando se han ido a huelga cobran hasta 200 euros menos al año que los propios agentes de seguridad. A saber, un Guardia Civil sin antigüedad cobra 19.400 euros anuales, frente a los 19.641 que percibe un profesional de la seguridad privada que ejerza sus funciones en una instalación aeroportuaria.

Desglose salarial

Según ha podido saber OKDIARIO, el desglose salarial de los vigilantes aeroportuarios sin antigüedad es el siguiente. Unos 16.250 euros de retribución fija, más 2.085 euros de ‘Radioscopia Aeroportuaria’ (1.782 horas x 1,17 €/h), más la nocturnidad de 588 euros, más 454 euros por festividades trabajadas, más unos 250 euros de complemento salarial por vacaciones. En total, 19.641 euros al año. 

Por su parte, otro vigilante de seguridad que no trabaje en un aeropuerto percibirá, como ya hemos comentado con anterioridad, 17.382 euros al año. La diferencia entre trabajar en un aeropuerto o no marca una gran brecha salarial, que se debe a la denominada partida de ‘Radioscopia Aeroportuaria’, de la que aquellos que no trabajen en instalaciones aeroportuarias carecen y que supone esos 2.085 euros más al año.