La victoria independentista provocará nuevas caídas en el comercio minorista
El año aún no ha cerrado, sin embargo, la preocupación por la inestabilidad política y económica en Cataluña ya se ha colado entre las máximas preocupaciones de los españoles, según el CIS. Tal preocupación se ha hecho sentir en el negocio del comercio minorista de Cataluña, la incertidumbre ha frenado en seco el consumo de los catalanes y los turistas extranjeros. Una situación que se verá agravada tras el triunfo del independentismo catalán.
Cataluña, con un descenso del 3,9%, fue la comunidad donde más disminuyeron en octubre las ventas minoristas respecto al mismo mes del año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los empresarios minoristas han visto cumplir sus temores: ganan los independentistas en la región, se instalan en la Generalitat de nuevo y la desconfianza de los consumidores vuelve a campar a sus anchas como en las últimas semanas.
Aquella caída (esperada, por otro lado) de las ventas minoristas ha supuesto un mazazo a la economía catalana provocado por la tensión independentista que está costando caro a los comerciantes de la región y la generación de empleo. De hecho, desde el inicio de la crisis (2008), la región catalana ha destruido un total de 5.824 empleos en el sector del comercio minorista, mientras que Madrid ha creado 15.078 empleos en el mismo periodo, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Una década desde que comenzara la recesión española en la que España perdía casi 34.500 empleos en el mismo sector comercial.
Para muestra un botón, las ventas del sector textil se desplomaron en Cataluña alrededor de un 35%, según datos de Acotex, por las revueltas en las calles de Barcelona. De hecho, desde las patronales señalaban que los comerciantes habían cerrado días sin hacer ni una sola venta.
De hecho, señalaban que el pesimismo se había apoderado de los pequeños empresarios del sector, pues temen que la situación de escasez de ventas se prolongue durante 2018 y se vean abocados a tener que cerrar sus negocios.
A tenor de los datos de análisis de firmas como la de BBVA Research, el consumo en Cataluña se verá lastrado por la desconfianza de los consumidores, es más, muchos de los hogares creen que la situación no va a mejorar tras las elecciones. Una situación que, según los expertos, se va a mantener durante al menos el primer semestre de 2018. La firma apunta que la previsión de crecimiento para Cataluña el año que viene será del 2,1%, por debajo del 2,5% de la media nacional.