La vaca sagrada del lujo está en la industria de la piel de Ubrique

• María Villardón @MariaVillardon
• Periodista de Toledo. Humanista y folclórica. Hija de María Ángeles y nieta de Cayetana. Hablo rápido con amables personajes –Tusquets dixit–.
• • 15/10/2016 19:02
  • Actualizado: 17/04/2017 19:01

Lástima que un alto porcentaje de los viajeros que van a Ubrique (Cádiz) no conozcan el secreto que esconden sus paredes encaladas. Y no, no hablamos de los paparazzi que se esconden tras sus cámaras réflex buscando la exclusiva del momento sobre el torero Jesús Janeiro. Entre las idas y venidas de los cazadores del papel cuché hay una industria centenaria en el tratamiento de la piel que emplea a más de la mitad de la población de la localidad, acapara el 60% de la marroquinería nacional y en 2017, si todo va bien, la Unión Europea hará de Ubrique una «Denominación de Origen» protegida. Sí, los bolsos más deseados del mundo se hacen en España.

Las primeras noticias que se tienen de la artesanía de la piel en esta zona gaditana en los documentos, en las fuentes, se remonta al año 1640 (S.XVII). Poco a poco la población se irá especializando en el saber hacer de este material siguiendo las técnicas de tradición musulmana de la marroquinería. Cuatro siglos después la industria de la piel es un puntal económico fundamental de Ubrique, con un khow how que no ha traspasado fronteras y que trabaja para las marcas más lujosas del mundo como Hermès, Loewe, Dior, Chanel o Carolina Herrera, entre otras. Es un secreto a voces, pero nada confirmado, las empresas fabricantes firman unos contratos de confidencialidad muy férreos. “No es ocultismo, es que simplemente no tienen autorización para hacerlo”, confirma a OKDIARIO Juan Enrique Gutiérrez, secretario general de Empiel (Asociación de Empresas de Complementos de Moda y Piel). Insistimos en que nos de algunas pistas, pero nuestra insistencia cae en saco roto, no suelta prenda.

¿Cuántas empresas hay en Ubrique dedicadas al trabajo de la piel? Hay más de un centenar, pero no son compañías de miles de empleados, suelen ser pequeñas y medianas empresas, la mayoría familiares. Algunas más grandes también son pymes pero, “ojo”, nos avisa Gutiérrez, “el tamaño de la empresa no está reñida con la calidad, aquí somos muy minuciosos”. Para que se hagan una idea, en producir un bolso de Loewe, firma española ahora del grupo LVMH, se tardan 250 minutos y se necesitan 644 artesanos trabajando a full time.

Durante algunos años de poca bonanza, las empresas del lujo miraron a Oriente para abaratar sus costes, deslocalizaron la producción, pero a partir de 2003 comenzaron a regresar a Ubrique. Según datos de Asefma, la producción de la marroquinería del conjunto de España se exporta a otros países, en 2014 (últimos datos disponibles) las exportaciones aumentaron más de un 20% hasta los casi 850 millones de euros. Nuestros principales compradores son Francia con casi 270 millones de euros, lo que supone un 32% del total de las exportaciones. En segundo lugar Italia, con 72 millones y en el broce, Portugal con 69 millones de euros. Los incrementos más significativos se han dado en Austria, Rumanía, Alemania, China y Japón.

La discreción y la autoexigencia de los artesanos que trabajan la piel en Ubrique son dos de los ingredientes que atraen a los altos ejecutivos de las principales compañías mundiales dedicadas al lujo. “Es un saber hacer muy particular que se ha enseñado de generación en generación. La gente trata cada uno de los productos como si fueran joyas y son los primeros en hacer el primer control de calidad: si no está bien hecho, se deshecha de manera automática”, defiende Gutiérrez. Actualmente, solamente hay un competidor real para España para la producción en piel: Italia. Los italianos tienen muchas marcas autóctonas que no salen de la bota para producir, eso sí, ellos venden el “Made in Italy” algo mejor que nosotros.

Una escuela artesana creada a medida para Ubrique

Para que el oficio no se pierda, para que la excelencia no haga aguas por el camino y para que Ubrique siga siendo uno de los principales centros de producción de la piel de Europa, Empiel, junto a Movex, ha creado la “Escuela de Artesanos de la Piel”. Un lugar que tiene como máxima legar esta cultura a futuras generaciones para que el oficio del trabajo de la piel no se pierda. Además, nos confirman desde Empiel, que desde el ayuntamiento del municipio, este centro ha sido nombrado de “Utilidad Pública Social” porque “el porcentaje de colocación de alumnos en empresas del sector asciende al 90%. “Es el futuro de Ubrique”, asegura Gutiérrez, también director de la escuela. Son cursos, creados ad hoc para esta artesanía, que duran ocho meses, cuestan 75 euros al mes y tienen un temario propio.

Actualmente hay 800 alumnos en lista de espera que vienen, no solo de España, también del extranjero. Hay nacionalidades de “América Latina como Cuba, Argentina o México y también hemos tenido alumnos de Dinamarca, Estados Unidos o Rumanía. Pero la mayoría de ellos proceden de Europa y de Sudamérica”, según datos de Empiel.

Desde el año 2008 están trabajando con la UE para que la piel de Ubrique tenga referencia de «Denominación de Origen» para productos artesanales (una distinción que actualmente solamente tiene la gastronomía), como el cristal de Murano, el tweed británico o la relojería suiza. “Ya hemos ido a diferentes encuentros en Europa y la piel de Ubrique ha conseguido una vicepresidencia en Europa en la “orIGin” (Organización para una Red Internacional de Indicaciones Geográficas), uno de los lobbies más importantes del mundo para Denominaciones de Origen. “Hemos conseguido tener presencia en este selecto grupo y poder hablar, no solo de nuestra piel, sino de todos los productos españoles”, cuenta orgulloso Gutiérrez.

Nadie pensaría que la vaca sagrada del lujo está entre las montañas de estos pueblos blancos gaditanos. Pero está, está y con solo 17.000 habitantes mueve una industria de peso internacional. Adiós Asia, hola Ubrique.