Economía
Banca

La utilización del Banco Santander por Irán se descubrió por una operación de sólo 15.000 libras

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La utilización de una cuenta del Banco Santander por una sociedad pantalla de Irán para esquivar las sanciones de Estados Unidos se descubrió por una pequeña operación de apenas 15.000 libras procedente de China, según confirman fuentes conocedoras de la situación. No obstante, la utilización de un entramado tan elaborado hace sospechar que hubo muchos más movimientos o bien que el régimen islámico pretendía seguir realizándolos en el futuro.

Esta transferencia, realizada en 2021, provenía de una cuenta del banco chino ICBC a nombre de una sociedad llamada Black Tulip. El destinatario era la sociedad Pisco UK, que era la que tenía cuenta abierta en la filial del Banco Santander en Reino Unido, Santander UK.

Ambas firmas son en realidad sociedades pantalla de la petrolera estatal iraní Petrochemical Commercial Company (PCC), sancionada desde 2018 por Estados Unidos, que la acusa de obtener cientos de millones para la Guardia Revolucionaria Iraní y de tener relaciones con los servicios de inteligencia de Rusia, según publicó este lunes el Financial Times.

El pequeño importe de estas transferencias puede obedecer, según las fuentes, a que se encuentra por debajo del umbral que hace saltar las alarmas en los sistemas antiblanqueo de los bancos. Es decir, para pasar desapercibido es preferible realizar muchas operaciones pequeñas que pocas transferencias grandes.

PCC usaba una sociedad pantalla llamada Pisco UK, cuyo titular es el ciudadano británico Abdollah-Siauash Fahimi. No obstante, se trata de un mero testaferro y Pisco UK pertenece por completo a PCC, según la documentación recibida por el FT de la oposición iraní.

Este tipo de sociedades pantalla son las que aparecen en escándalos como los ‘papeles de Panamá’: se trata de compañías holding sin actividad real que detentan la titularidad de distintos tipos de activos (efectivo, acciones, bonos, inmuebles, etc.) para ocultar la identidad de su propietario real. Suelen estar domiciliadas en paraísos fiscales o en países sin convenio de intercambio de información fiscal, de forma que no facilitan dicha identidad. De hecho, esta ocultación es la única razón de ser de estos vehículos, que son un servicio que ofrecen despachos de abogados y firmas financieras domiciliadas en este tipo de países.

El Santander sufrió una caída del 5% en Bolsa el lunes, pero este marte recupera cerca del 1%. Un portavoz del banco declaró que «no podemos hacer comentarios sobre clientes. Santander cumple con sus obligaciones legales y regulatorias, y ponemos mucha atención en el cumplimiento normativo sobre sanciones impuestas a terceros.» En todo caso, la entidad ya ha cerrado la cuenta utilizada para esta operativa.

Y añadió que «Banco Santander no ha incumplido la normativa estadounidense sobre sanciones impuestas a terceros de acuerdo con nuestra investigación. El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones. Santander continuará colaborando proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses pertinentes.»

Como informa hoy OKDIARIO, es probable que el Santander esquive las posibles sanciones por esta operativa, máxime cuando los importes de las transacciones eran tan pequeños con el fin de pasar inadvertidos. En todo caso, aunque al final fuera multado, esto no tendría un impacto relevante ni en sus resultados ni en su capital.

Por ello, algunos bancos de inversión como Citi consideran que el castigo sufrido por la acción el lunes es exagerado y representa una oportunidad de compra para los inversores.