Economía

Tras la marcha de Wanda, Carmena plantea cargarse los comercios y los hoteles de Plaza de España

Al mismo tiempo que Manuela Carmena se niega a reconocer que Wanda abandona la remodelación del Edificio España, el ayuntamiento lanza su encuesta sobre la reforma de la Plaza de España. En el cuestionario se plantean propuestas que chocan con el proyecto del grupo de Wang Jianlin y que, de salir adelante, pondrían en riesgo otras inversiones y dañarían la actividad económica en la zona.

La reforma de la Plaza de España, y las dudas que esta generaba para el grupo de Wang Jianlin, ha sido junto con las diferencias sobre cómo restaurar las fachadas principal y laterales, uno de los motivos que han conducido a Wanda a dejar de lado su proyecto del Edificio España. Lejos de aclarar a Wanda detalles fundamentales para su proyecto, incluyendo cuánto dinero tendría que aportar a los cambios que se hagan en la plaza, Manuela Carmena puso en marcha un largo “proceso participativo” con el que se abrían más dudas y se retrasaban los plazos.

Como paso previo a la encuesta que ha presentado este viernes Manuela Carmena, el ayuntamiento ha mantenido reuniones con asociaciones de vecinos, muchas de las cuales abandonaron las encuestas por entender que el consistorio no les escuchaba. A partir de ahora, y hasta el 8 de marzo, los vecinos pueden responder al cuestionario enviándolo online o bien imprimiéndolo y entregándolo de forma presencial. Al mismo tiempo se van a celebrar “debates públicos” sobre la reforma.

A pesar de que es necesario aportar el nombre completo y el DNI para rellenar la encuesta, el ayuntamiento dice que no hay “menoscabo del anonimato”. Curiosamente, en el folleto se usa como elemento icónico el Edificio España, a cuya reforma tantas trabas ha impuesto el equipo de Manuela Carmena. En el cuestionario se presentan una serie de preguntas con varias respuestas a elegir, para que los ciudadanos “decidan”.

Detalle del folleto de la encuesta del Ayuntamiento de Madrid sobre la Plaza de España (pinchar para ampliar).

En la número 3 se pregunta a los ciudadanos sobre qué “usos” de la Plaza de España creen que es necesario “limitar”. Todas las respuestas posibles tienen que ver con la actividad económica: comercial, hoteles, restaurantes, terrazas, mercadillos.

Al margen de algunos restaurantes, la actividad de comercios es mínima en la Plaza de España, aunque sí es habitual que se establezcan mercadillos en ella. Limitar el “uso” “comercial” y hotelero implica impedir en la práctica la reforma del Edificio España que quería hacer Wanda, puesto que el inmueble iba a albergar un centro comercial de lujo y un hotel. Además, pone en entredicho la puesta en marcha de otros dos hoteles cuya construcción ya está autorizada en la plaza. Tras la puesta en marcha de la inversión, Carmena podría retirar la autorización a posteriori con la excusa de que “lo han decidido los ciudadanos” en una encuesta.

Pregunta del Ayuntamiento sobre usos que se deben «limitar» (pinchar para ampliar).

Los efectos restrictivos sobre el comercio, los hoteles y los restaurantes podrían rebasar los límites de la Plaza de España, pues la encuesta pregunta si la reforma debería afectar también a espacios como las plazas de los Cubos, de Conde de Toreno, Emilio Jiménez Millas y Cristino Marcos. La Plaza de los Cubos en especial tiene una importante actividad de restauración.

Puertas abiertas a un encarecimiento

Algunas de las preguntas abren las puertas a la posibilidad de que el coste de la reforma se dispare muy por encima de los 90 millones de euros presupuestados para el proyecto aprobado en época de Ana Botella y anulado por Carmena. Eso sí, en unas cantidades que se evita especificar incluso de forma aproximada.

Tan sólo se incluye en dos respuestas la expresión “teniendo en cuenta el elevado coste”. En concreto, esto aparece en dos de las contestaciones a la pregunta sobre las actuaciones “necesarias respecto al tráfico en el entorno de la Plaza de España”. Además, en otra pregunta se incluye el incremento de presupuesto en la propia cuestión: “¿Consideras que las obras de reforma de la Plaza de España deberían realizarse reduciendo al máximo el impacto ambiental, aunque ello suponga un incremento de los costes?”

Largo proceso hasta aprobar el proyecto

Los resultados de la encuesta y los “debates públicos” servirán para elaborar una memoria que se incluirá en el pliego del concurso internacional de ideas que se convoque. A este último podrán acudir urbanistas y arquitectos de todo el mundo. Entre el 15 y el 20 de junio se cerrará el plazo para presentar propuestas al concurso y se elegirán cinco finalistas. Estos se reducirán a dos, a través de un jurado, a finales de septiembre. A continuación se convocará una “consulta popular” para decidir el ganador.