Economía
El fondo buitre vendió la firma en diciembre

Think Textil, la única compañía que se ha salvado de los estragos de Springwater

El fondo buitre Springwater llega a las compañías a revertir, supuestamente, la situación de números rojos, pero no era el caso de Think Textil. “Siempre hemos sido una empresa muy sana económicamente, cuando llegaron y cuando se fueron. No hemos tenido nunca ningún problema financiero”, explica a OKDIARIO Luís Fernández, CEO de Think Textil desde hace casi seis años.

En 2015 el fondo buitre Springwater compró la firma Think Textil, un año y medio después se desprendía de la firma de logística por 15 millones de euros. La suiza cerraba un acuerdo a finales en diciembre con CIP International y Alteba, propiedad de Jesús García y Rafael Martín, respectivamente. El fondo de Martin Gruschka ha salido del accionariado de Think Textil sin dejar huellas negativas. La empresa de logística ha sido una de las pocas firmas que se ha salvado de escándalos tan sonados como los relacionados con Unipost, Pullmantur o Imtech.

Cuando Springwater en febrero de 2015, el CEO ya estaba ahí liderando el proyecto en la compañía de logística. Fernández explica a este periódico que, efectivamente, Think Textil ha cambiado de propietarios, pero asegura que, “tanto CIP como Alteba, han creído en el proyecto y en el equipo, no ha sido nada traumático o de mucha readaptación, seguimos con el mismo plan de negocio, las mismas sinergias y los mismos objetivos”.

“Somos una compañía que crecemos mucho, mantenemos unos rendimientos muy buenos, somos líderes de nuestros mercados y seguimos igual que antes”, aclara el líder de la firma. Su estructura empresarial es fuerte, Think Textil cuenta con clientes tan potentes como Desigual, Carrefour o El Corte Inglés o Inditex que representa el 80% de su actividad.

Think Textil tiene una trayectoria de más de quince años, unos cuantos menos de los que Fernández lleva en el sector, y tiene cinco unidades de negocio: manipulación y acabado (etiquetado o plancha), logística tradicional e inversa, e-commerce y logística in house, es decir, algunas marcas externalizan hacia el grupo los procesos completos o centros de distribución. La plantilla está integrada por 300 trabajadores de forma permanente que se eleva hasta las 1.600 en los estrenos de las colecciones de las nuevas temporadas. 

El CEO señala que siguen adelante con el mismo Plan Estratégico que tenían antes de la llegada del suizo, el plan “está proyectado a cinco años, hasta 2021, aunque lo revisamos cada año. Cambia de dueños, pero no de objetivos: la internacionalización.

La expansión internacional comenzará en 2018, “queremos expandirnos a Europa, aunque el primer punto aún no lo tenemos claro, estamos cerrando el punto inicial, pero Europa seguro”, asevera Fernández. Y muestra, desde luego, mucha confianza que tiene en el equipo que lidera y el modelo de negocio con el que trabajan. “Nuestro modelo es de éxito, por eso pensamos que es clonable en otros países y para otras marcas de moda”, comenta el directivo.

Eso sí, el líder de Think Textil no se sonroja al admitir que “cometemos errores cada día, claro, pero creo en las personas que están conmigo y me gusta mucho el sector, además, el feedback de los clientes es bueno”. Llevo mucho tiempo en el sector, “solamente 18 años”, bromea. Defiende que es fundamental conocer bien el sector y rodearse de personas “con mucha formación, pero también buenas personas. Una mala persona nunca podrá ser un buen profesional”, aclara. Recientemente se ha creado un nuevo consejo de administración formado por cinco consejeros y un secretario.