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Las ‘telecos’ ganan músculo con el aplazamiento de la subasta del 5G y sufrirán menos por el coronavirus

La decisión del Gobierno de frenar la subasta del 5G, el Segundo Dividendo Digital, prevista para antes del 30 de junio, da un soplo de aire a las compañías de telecomunicaciones en España, inmersas actualmente en la realización de un gran esfuerzo para hacer frente a la crisis del coronavirus. Las ‘telecos’ están permitiendo que la conectividad funcione a la perfección pese al aumento del tráfico en los hogares por el teletrabajo.

La suspensión de la subasta del 5G supone que las compañías tendrán que afrontar menos inversión y tendrán más liquidez, que además podrán seguir manteniendo valores defensivos en la Bolsa.

De este modo, el sector también puede tener más margen de maniobra con gasto de capital. Se estima que los operadores con red propia tendrían que invertir cerca de 1.000 millones en mayo cuando se produjese la subasta del espectro para el 5G.

No obstante, compañías como Telefónica ya están preparadas para la llegada del 5G. De hecho, su amplia red de fibra hasta el hogar tejida se convierte en una palanca fundamental para el gran reto de la nueva tecnología móvil que espera ya al sector.

La promesa de una mayor velocidad, una menor latencia y la conexión no solo de personas con objetos, sino también de objetos entre sí, que ofrece esta nueva tecnología alcanzará su auténtica dimensión con el despliegue del denominado ‘5G Stand Alone’, una tecnología para la que la fibra resulta imprescindible y para la que, por lo tanto, Telefónica se encuentra preparada con el objetivo de sacar el máximo partido al 5G gracias a las inversiones ya ejecutadas.

Sector resistente

Los últimos informes de los analistas financieros coinciden en que el sector de las telecomunicaciones será uno de los más resistentes durante y después de la crisis del Covid-19. Así, desde Deutsche Bank, Barclays, CITI o NewStreet destacan que la cualidad defensiva de las empresas de telecomunicaciones y que el impacto será mucho menor que durante la crisis financiera de 2007-2009.

La demanda de servicios de telecomunicaciones está creciendo en este entorno de crisis y los expertos señalan que se mantendría en el tiempo. Otros sectores como el comercio minorista, la logística y los productos farmacéuticos también están experimentando una gran demanda, pero también sentirán en el corto plazo el impacto de un menor consumo y el crecimiento de la tasa de desempleo.

A favor de las empresas de telecomunicaciones, los analistas de Deutsche Bank apuntan que en el futuro habrá más personas teletrabajando, «exigiendo conexiones más rápidas más paquetes de banda ancha y mayor cantidad de datos y servicios móviles». «Además, las empresas requerirán soluciones adecuadas para el trabajo en casa de sus empleados», agregan.

Para Barclays, el impacto del Covid-19 en el sector será limitado y en algunos aspectos incluso favorable, principalmente por el consumo de voz, datos y televisión. En cuanto al impacto en las cuentas estiman que lastrarán «un 2% los ingresos y alrededor del 6% en el Resultado Bruto de Explotación (Ebitda)».

Por su parte, New Street predice una caída de 1,5% en Ebitda, ya que, en comparación con otros sectores, cree que las telecomunicaciones «deberían tener menos impactos y comenzar una recuperación más rápida». «El sector de las telecomunicaciones resistió la recesión de 2008-2009 bien y esperamos lo mismo esta vez», añade.

Pese a las expectativas, el sector está lejos de ser inmune, según los informes. Por ejemplo, la crisis afectará a los clientes y muchas pymes terminarán cerrando; los operadores de telecomunicaciones han cerrado tiendas, por lo que hay menos ventas de teléfonos, y los ingresos por roaming caerán con el turismo.

Entre los impactos positivos consideran que habrá más ingresos por la mayor demanda de ciertos servicios como consumo de televisión, contenidos de ficción, vídeo bajo demanda (VoD), mayor demanda de ancho de banda/datos, clientes corporativos necesitando mayor capacidad en VPN, ciberseguridad, etc.