Economía

Siemens gasta 4.048 millones en sacar a Gamesa de Bolsa para tapar dos años más de malas noticias

¿Qué necesidad tiene Siemens Energy de gastar 4.048  millones de euros en comprar el 32,9% del capital que todavía no controla de su filial española Siemens Gamesa?

¿Por qué gastar 4.048 millones en sacar de Bolsa a Gamesa, en un momento de elevada incertidumbre para el negocio del grupo alemán debido a la invasión de Ucrania, la elevada inflación y los problemas de suministro?

Ante las buenas perspectivas económicas para la industria de renovables, y el elevado peso que todavía tiene en Siemens Energy el negocio del gas y del petróleo, ¿por qué sacar a Gamesa del foco?

El grupo alemán considera que es más rentable gastar ahora 4.048 millones de euros en tomar el control total de su filial española, que dejar las cosas como están.

Los malos resultados comunicados por Siemens Gamesa trimestre tras trimestre, lastran el valor en Bolsa tanto de la filial española como el de Siemens Energy.

Desde finales de 2020, cuando Gamesa tenía un valor de mercado superior a los 22.000 millones de euros, la compañía ha perdido en Bolsa unos 10.000 millones de euros (el lunes cerró a 17,79 euros por acción, un valor total de mercado de 12.800 millones).

Y nada hace pensar que Siemens Gamesa vaya a cerrar el grifo de las malas noticias a corto plazo. Los próximos anuncios al mercado de la empresa previsiblemente lastrarían aun más el valor de sus acciones en Bolsa.

Siemens Gamesa informó en sus últimos resultados semestrales (de su actual ejercicio fiscal, entre octubre y marzo), publicados el pasado 5 de mayo, que sus previsiones de negocio anteriores ya no eran «válidas» quedando estas «sujetas a revisión».

«La complejidad de los problemas internos junto con un entorno de mercado inestable complica la capacidad de proporcionar en este momento certeza sobre cuándo se mitigarán los vientos en contra», admitió el fabricante de aerogeneradores.

El retraso en el lanzamiento de la plataforma Siemens Gamesa 5.X, anunciado en abril de 2019, la más potente de la compañía para sus aerogeneradores en tierra, ha afectado negativamente a la empresa, que ha reconocido que los «desafíos» asociados al proyecto, se han revelado «más complejos que los valorados inicialmente».

A ello se suman los desequilibrios en la cadena de suministro, la inflación en el precio de la energía, de los componentes, de las materias primas y del transporte. Ante la extrema volatilidad y la invasión de Ucrania, los clientes están retrasando además sus decisiones de inversión.

Y el volumen de fabricación, tanto de palas como de góndolas, no ha alcanzado los objetivos marcados para el segundo trimestre del ejercicio fiscal de Siemens Gamesa, así como la ejecución de proyectos en Brasil.

Dos años de travesía

Siemens Energy asume que, hasta dentro de dos años, Siemens Gamesa no va a conseguir enderezar el rumbo.

El grupo alemán nombró el pasado mes de febrero a su vicepresidente como nuevo consejero delegado en Siemens Gamesa, Jochen Eickholt. El nuevo primer ejecutivo de la compañía española ha puesto en marcha el conocido como Plan Mistral, que contempla que los dos próximos años la empresa se centre en solucionar sus problemas actuales.

Siemens Energy estima que, tras la adquisición del 100% de Gamesa, la empresa resultante se beneficie de sinergias por importe de 300 millones de euros, dentro de tres años.

Será a partir de 2025, de acuerdo al Plan Mistral, cuando Gamesa «libere todo su potencial». Mientras tanto, mejor que no esté en Bolsa.