El sector turístico español asume más costes fijos que el alemán o el italiano ante el alza del IPC
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La subida de la luz y de las materias primas ha sido un fenómeno generalizado en toda Europa. Sin embargo, para las empresas del sector turístico español hacer frente a estos gastos está siendo mucho más complicado: pese a que el incremento de los precios de la electricidad y de las materias primas ha sido mayor que en otras regiones, los hoteles y restaurantes de nuestro país son los que menos han repercutido estos incrementos en los precios finales, aumentando sus costes fijos mucho más que en otros países como Italia o Alemania.
España es el país que presenta un mayor crecimiento interanual del precio de la luz, en comparación con los cuatro países más turísticos de la Unión Europea -Francia, Italia y Alemania-. Al alza de la electricidad se suma que nuestro país registra del segundo mayor aumento de la inflación en productos de alimentación. A ello hay que añadir el incremento en los costes de personal – como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)-, que suponen el 35% de los costes que soportan los establecimientos.
Sin embargo, pese a un IPC disparado que ha dado de lleno en el sector turístico, los hoteles y restaurantes españoles son los que menos han repercutido el alza en los consumidores, con una la inflación de los precios mucho más baja que Alemania o Italia. El país germano ha incrementado en 3,4 puntos porcentuales los precios de los servicios del sector turístico y en Italia el alza ha sido superior a los dos puntos porcentuales.
Sin embargo, España es el país que menos ha incrementado sus precios -pese a ser la que más subida de costes ha experimentado- con un alza de cerca de un punto y medio porcentual. De esta forma, son los propios establecimientos del sector turístico los que hacen frente al incremento de sus costes fijos, intentando no trasladarlo a la demanda para no desincentivar el consumo en un sector fuertemente azotado por la pandemia.
Pérdida de competitividad
El aumento del precio de materias primas y de la luz lastra la competitividad del turismo, lo que es un «reto adicional» para la recuperación del sector por la pandemia, según una de las conclusiones del último informe de Competur. El informe señala que, para evitar la pérdida de competitividad del sector, las medidas fiscales juegan un papel «fundamental», así como el mantenimiento del statu quo de los impuestos que gravan el consumo de productos en hostelería o la aprobación de un IVA superreducido temporal.
Además, Competur ha recordado que el peso del sector turístico en España va íntimamente unido al peso del sector del alojamiento y del hostelero y de su elevado dinamismo respecto a su aportación a la generación de empleo y riqueza. Así, la hostelería cerró en 2019 con una facturación superior a los 129.000 millones de euros, mientras que el sector de los hoteles y los alojamientos turísticos cuenta con más de 16.000 establecimientos turísticos y casi 600.000 empleos.
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