El secretario de Estado de Economía aboga por reducir el «déficit estructural» y alaba a Alemania
El nuevo fichaje del Ministerio de Asuntos Económicos, el del secretario de Estado de Economía Gonzalo García Andrés, parece un giro de Nadia Calviño hacia la ortodoxia económica. Se produce pocas semanas después de la salida de Pablo Iglesias de la vicepresidencia del Gobierno. El número dos de la vicepresidenta Calviño avisaba a comienzos de año, al analizar la situación en política fiscal de España, que «mantener el déficit estructural hace más vulnerable el estado social».
García Andrés explicaba en un artículo titulado «La revolución de la política fiscal (II): El caso de España» publicado el 15 de enero de 2021: «Una de las mayores ventajas de la estabilidad fiscal es disponer de capacidad de respuesta a crisis o situaciones de emergencia. Alemania ha convertido este principio en un dogma nocivo durante años, pero hay que reconocer que en 2020 ha disfrutado de los réditos de su prudencia», explicaba.
Es decir, que aunque no es partidario de los recortes exigidos por Alemania a los países durante años sí que reconoce que el control en las cuentas públicas de Angela Merkel ha ayudado a relanzar la economía germana durante la pandemia.
Volviendo a la situación de España, el ahora secretario de Estado de Economía relataba en el arranque de 2021: «Nuestra ratio de deuda superará el 115% del PIB a final de año y, a pesar de que nuestro gasto de intereses en términos reales está por debajo del 2% señalado por Furman y Summers (con su método de cálculo, que toma la media de la inflación de los últimos cinco años), una perspectiva de déficits superiores al 3% hasta 2025 nos colocará en una situación vulnerable».
Y avisaba de las consecuencias: «Si se produce otra crisis un cambio en la percepción del riesgo de nuestra deuda por parte de los inversores o un nuevo giro restrictivo en la orientación mayoritaria de la política monetaria y fiscal en la UE, podemos vernos en complicaciones». «Y si esos riesgos se materializan, el resultado, como ya sabemos será un recorte de la inversión pública y, posiblemente un recorte de pensiones y otros gastos sociales», advertía.
Crítica a la gestión del sistema de dependencia que montó Zapatero
«La mejor garantía para el mantenimiento del Estado social es generar ingresos suficientes para financiarlo en condiciones normales y en situaciones adversas. Si no, nos exponemos a frustraciones como la que generó la creación del sistema nacional de atención a la dependencia (entonces llamado cuarto pilar del Estado del Bienestar) y la posterior imposibilidad de desarrollarlo por falta de fondos», señala criticando cómo gestionó el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero esta reforma que era esencial para aquel gobierno de izquierdas.
«Alimentar la tendencia a gastar sin ingresar dificultará que se aborden los problemas más graves de funcionamiento del Estado», remarca.