Economía
La subasta será en Ansorena el 6 de marzo

Sale al mercado un Murillo nunca visto con un precio de salida de casi medio millón de euros

Jamás ha sido observada por ojos ajenos a la familia valenciana propietaria. Es más, ni siquiera estas miradas eran conocedoras de estar ante una verdadera obra ‘pata negra’ firmada por Bartolomé Esteban Murillo. Este “San Pedro penitente” (ca. 1675) procedente de una colección particular de Onteniente (Valencia) será subastado en Ansorena el próximo 6 de marzo y el precio de salida estimado de entre 350.000 y 450.000 euros.

Una cifra que no es baladí porque “en el mercado no hay muchos Murillos”, tal como explica a OKDIARIO Luís Pradillo, director de Subasta de Ansorena. Además, asegura que, “además de ser una obra inédita, tiene un estado de conservación bastante bueno, no está reentelado, tiene algunos parches y puntuales intervenciones, pero posee incluso el bastidor original”.

En la obra de más de un metro de alto se muestra a San Pedro rezando con las manos juntas y mirando al cielo después de haber negado Cristo tres veces. Tal como indica la iconografía propia de este Santa, a uno de los lados sobre una roca están las llaves y el libro. El rostro lloroso y su aflicción tienen su origen de las representaciones de San Pedro surgidas a partir del Concilio de Trento.

El director de Subasta de Ansorena, comenta que la familia “no sabía que en la colección tenían un Murillo, lo tenían como una atribución a Francisco Ribalta”. Según el experto, se trata de “un hecho muy común en este tipo de piezas procedentes de colecciones familiares, de hecho, en este caso no saben desde que generación lo tienen”.

No obstante, comenta a este periódico, esta obra de arte se “tenía como una pieza relativamente importante de la colección de abuelos y bisabuelos”. Sin embargo, la atribución era errónea, aunque podría tener sentido teniendo en cuenta que Ribalta fue un pintor barroco de la escuela valenciana, lugar de procedencia de esta obra inédita.

Pradillo relata que el primer contacto que tienen en Ansorena con la obra es “una fotografía que mandan a la casa de subastas”, pero “les dijimos que lo tendrían que traer a Madrid para verlo y poder valorarlo”. Cuando llegó a las instalaciones madrileñas, “nos dimos cuenta de que un Ribalta no era, era una pieza de la época, de eso no había duda, pero no creíamos que fuera un Ribalta, sino otro autor”.

Al examinarlo, el Doctor Benito Navarrete concluyó que la obra tenía detrás la mano del pintor sevillano y ha sido incorporada a su ‘corpus pictórico’. “Efectivamente”, comenta Pradillo, “la iconografía coincidía con Murillo, pero esto no quiere decir nada porque el sevillano tenía muchos seguidores en la época y también taller”.

Esta obra de Murillo lleva en manos de Ansorena desde la temporada pasada y fue cuando Navarrete lo expertizó. Eso sí, la obra ha tardado en salir a subasta porque el Doctor “nos pidió que no saliera a la venta hasta que él publicara su libro – Murillo y las metáforas de la imagen (Grandes Temas Cátedra) – , algo en lo que todas las partes estuvieron de acuerdo”.

La salida al mercado de este Murillo inédito ha despertado “bastante revuelo y aceptación entre instituciones y coleccionistas”. Por ello, esperan que en la subasta del 6 de marzo haya “emoción y expectación”. Sin duda la habrá, por ser una pieza de reciente descubrimiento y también por saber qué coleccionista se llevará el gato al agua o si finalmente el Estado hará uso de su derecho de tanteo.