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La ruptura de Indra con General Dynamics abre la puerta a Duro Felguera para participar en los blindados

Indra tiene en Duro Felguera la opción española para desarrollar el proyecto de los vehículos blindados en la fábrica de Gijón

Indra, blindados
Ángel Escribano, presidente de Indra.
Carlos Ribagorda

La drástica ruptura de Indra con General Dynamics, propietaria del fabricante de vehículos blindados Santa Bárbara, escenificada por el presidente de Indra, Ángel Escribano, durante su comparecencia la semana pasada en el Congreso, abre la puerta a que Duro Felguera sea la compañera de Indra en su nuevo objetivo de convertirse en fabricante de estos blindados 8×8.

Así lo señalan fuentes del sector de la Defensa, que defienden las ventajas de aprovechar los recursos de la ingeniería asturiana por parte de Indra, además de comprar su fábrica de calderería pesada de Gijón anunciada por Escribano en el Congreso el 13 de marzo, en el proceso de fabricación de los blindados.

Escribano fue muy duro con Santa Bárbara, a la que acusó de no haber invertido en la empresa y de haber roto el tejido industrial que había creado la compañía. El presidente de Indra arremetió contra los dueños americanos de la fábrica de Oviedo, desveló que había tenido una reunión con ellos para comprar dicha fábrica, pero que ante la negativa de General Dynamics, Indra comprará la fábrica citada de Duro Felguera en Gijón.

«La ruptura y los puentes entre ambas empresas es total. No tengo ninguna duda de que Escribano dijo eso públicamente con el conocimiento de Moncloa y de la Sepi, primer accionista de Indra y con participación en Duro Felguera. La respuesta de General Dynamics ha sido anunciar un acuerdo con la alemana KNDS para modernizar los Leopard 2E del Ejército de Tierra que fabrica en Oviedo», explican estas fuentes.

Ante esta ruptura, y después de que Escribano haya anunciado la compra de la fábrica de Duro Felguera en Gijón, la ingeniería asturiana supone una oportunidad para que Indra pueda fabricar allí los blindados. Arreglaría además dos problemas en dos empresas controladas por la SEPI, puesto que Duro Felguera está en preconcurso de acreedores y necesita liquidez.

Indra, blindados

«Duro Felguera tiene en estos momentos todo lo necesario para acompañar a Indra en la gestión de este proyecto. Duro Felguera tiene Ingeniería de detalle, Ingeniería Constructiva -necesaria para la fabricación-, Gestión de Proyectos, que va desde la dirección del proyecto, hasta las compras, control de calidad de fabricación, logística del proceso, transporte y montaje», explican estas fuentes.

«Además, Duro Felguera tiene talleres especializados, con espacio para hacer ensamblajes y almacenamiento de los vehículos fabricados, parcelas con salidas al mar y autopistas, y los proveedores que se necesitan son conocidos de los gestores de Duro al estar en Asturias», señalan.

La pelota está ahora en el tejado de Indra y la SEPI. De momento, lo único que se conoce es que Javier Escribano estuvo viendo la fábrica de Duro Felguera en Gijón, conocida como El Tallerón, y que su hermano Ángel anunció el 13 de marzo que comprarían esa infraestructura para iniciar allí la fabricación de los vehículos blindados. Además, Indra ha puesto en marcha la filial Indra Vehicles Land para desarrollar este negocio.

La operación no es muy cuantiosa ya que esa fábrica está perdiendo 10 millones de euros al año, por lo que el coste no sería un problema. Indra asumiría los 150 empleados que tiene, lo que daría aire también a Duro Felguera, que está en proceso de preparar un Plan Estratégico que convenza a la SEPI para que convierta en acciones el préstamo participativo de 100 millones que inyectó en la empresa y que le daría la mayoría del capital.

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