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Ribera vuelve a la carga: quiere subir el diésel hasta 4,6 céntimos por litro con argumentos ecológicos

La vicepresidenta de Transición Económica ha desarrollado junto a su equipo un proyecto de Real Decreto para modificar otro Real Decreto de 2015 y aumentar la fiscalidad de los carburantes con el argumento de subvencionar una mayor presencia de biocarburantes, producidos con las plantas como materia prima.

Las subidas de impuestos a la gasolina y el diésel están cada día más cerca, y se ejecutarán tomando como justificación el argumento medioambiental. Esto se desprende de los documentos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dirigido por Teresa Ribera y heredero del Ministerio de Energía, que ha sacado  a consulta pública en los últimos días un proyecto de Real Decreto en el que se establece la subida del litro de gasóleo en hasta 4,6 céntimos de euro, mientras que el litro de gasolina subirá hasta 0,96 céntimos.

Según la Memoria del Proyecto de Real Decreto publicada por Transición Ecológica, que actualmente se encuentra en estado de audiencia e información pública hasta el próximo 11 de septiembre, se establecerá un aumento obligatorio de los biocarburantes dentro del mix de hidrocarburos (gasolina y diésel) de tal forma que pasen de ser un 7% de biocarburantes máximo en 2020, 2021 y 2022 (como estaba establecido hasta ahora) a unos números bastante superiores: un 8,5% este año, un 9,5% el año que viene y un 10% en 2022.

Tendrá que aumentar la producción de carburantes más ecológicos, que se producen a partir de cereales y otros cultivos ricos en almidón, azúcares o plantas oleaginosas

Por tanto, tendrá que aumentar la producción de carburantes más ecológicos, que se producen a partir de cereales y otros cultivos ricos en almidón, azúcares, plantas oleaginosas y otros cultivos plantados en tierras agrícolas. Eso será en detrimento de los carburantes tradicionales, producidos refinando petróleo, que tienen un coste menor.

Estas nuevas obligaciones para los operadores petroleros harán que suba su coste de producción y con ello el precio final para el consumidor, que será quien pague el cambio legislativo para recaudar más.

Hasta 3.121 millones más caro

Así, el Ministerio de Teresa Ribera avisa de que «el incremento de costes totales como consecuencia de la nueva regulación varía entre 1.903 millones de euros para el escenario de precios más favorable y 3.121 millones de euros para el escenario de precios más desfavorable. Se estima que el precio del diésel antes de impuestos se incrementará en estos dos años entre 2,4 y 4,6 céntimos de euro por litro. Considerando que el precio sin impuestos del gasóleo en España en diciembre de 2019 fue de 63,3 céntimos de euros por litro, esta medida supondría un incremento del entorno de entre el 3,8% y el 7,3% del precio sin impuestos del diésel.

La gasolina subiría mucho menos que el diésel al encarecer los costes de producción de las empresas petroleras

Con respecto a la gasolina, que subiría menos, Transición Ecológica dice que «el precio de la gasolina antes de impuestos se incrementará en estos dos años entre 0,27 céntimos de euro por litro y 0,96 céntimos de euro por litro.  Considerando que el precio sin impuestos de la gasolina en España en diciembre de 2019 fue de 60,6 céntimos de euro por litro, esta medida supondría un incremento del entorno del 0,5-1,6%».

Incremento del coste

Estas subidas que ya están preparadas se justifican en el hecho de que «el incremento del objetivo de venta o consumo de biocarburantes supondrá a los operadores un incremento del coste del producto vendido».

Tal y como dice el texto, «la regulación de un único objetivo global ya establecida desde enero de 2016, permitirá a los sujetos obligados cumplirlo con mezcla de biocarburantes en gasolina o en diésel con mayor flexibilidad».

No es el impuesto al diésel

Si se echa un vistazo a la hemeroteca, podemos ver que curiosamente la subida de 4,6 céntimos de euro por litro de diésel que establece este documento es precisamente la misma que el Gobierno del Partido Socialista, entonces sin el concurso de Unidas Podemos, estableció en octubre de 2018, en un plan presupuestario donde sí se establecía un impuesto directo al diésel.

Ahora, la ministra Ribera, con la aquiescencia del Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero, reconvierte su plan de impuesto al diésel en una subida indirecta a todos los carburantes motivada porque obliga a que aumenten los biocombustibles. Con un procedimiento diferente, curiosamente la subida  impositiva que se plantea es exactamente de la misma cuantía, aunque en este caso también afecta a la gasolina aunque en mucha menor medida.

Este posible impuesto al gasóleo fue muy polémico durante el año 2018, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez iniciaba su andadura tras sacar de La Moncloa al Partido Popular de Mariano Rajoy. Ya entonces, las distintas organizaciones empresariales del automóvil criticaron que se estuviera estableciendo un impuesto a una tecnología de motores, la diésel, que era la más fabricada en las factorías españolas.