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El retraso del BCE frente a la Fed y la invasión de Ucrania seguirán lastrando la evolución del euro

  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

Las perspectivas no son muy halagüeñas para el euro. El retraso en el ritmo de subidas de tipos del BCE frente a la Reserva Federal pesará sobre la divisa comunitaria a pesar de que la institución europea haya pisado el acelerador a lo que reducción de compras se refiere. El devenir de la invasión rusa de Ucrania añade más presión sobre la moneda, tal y como viene ocurriendo desde que comenzó el conflicto.

El euro subió hasta los 1,11 dólares con el anuncio de que el BCE reducirá las compras de deuda a un ritmo más rápido de lo comunicado en la reunión anterior, finalizándolas en el tercer trimestre. Sin embargo, la moneda del bloque se giró a la baja nada más tomar la palabra su presidenta, Christine Lagarde.

El movimiento, explican los analistas de Monex Europe, revela el hecho de que esa aceleración, combinada con la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas, plantea riesgos para el crecimiento de la eurozona. “El BCE debe saber que la guerra en Ucrania podría afectar aún más a las restricciones de la oferta, y golpear el sentimiento de los consumidores e inversores, si la desescalada llega mucho más tarde de lo que los mercados esperan”, apuntan. A lo largo de la hora que duró la comparecencia, el euro borró todas las ganancias anotadas tras la publicación del comunicado.

En el documento, el BCE dejaba sin cambios los tipos de interés y señaló que comenzará a subirlos en algún momento después de que termine de comprar deuda y que lo hará de forma “gradual”. El mercado descuenta ahora un alza de 25 puntos básicos en septiembre. De cumplirse este escenario el incremento de tasas en Europa tendría lugar con seis meses de retraso respecto a la Reserva Federal, que los subirá en un cuarto de punto la próxima semana, tal y como anticipó su presidente, Jerome Powell.

Ese contraste seguirá pesando sobre el cambio eurodólar. “Esperamos que el incremento en el alcance de los diferenciales de tipos influya sobre el euro a corto plazo, junto con los acontecimientos geopolíticos actuales”, apuntan también los expertos de Monex Europe. Bajo el punto de vista del equipo de gestión de Portocolom AV, “el movimiento de apreciación de la divisa estadounidense podría continuar, si atendemos a las diferencias en crecimiento, y en tipos de interés que podríamos ver en los próximos meses”.

Guerra en Ucrania

Desde que comenzó la guerra de Ucrania el euro pierde cerca de un 3% de su valor frente al dólar, que actúa como activo refugio para aquellos inversores que huyen de las caídas que registran las mayorías de las Bolsas. Pero la debilidad del euro en el conflicto no sólo se debe a la aversión al riesgo. El incremento del precio de las materias primas  que está teniendo lugar beneficia a las divisas de los países exportadores y lastra las de los importadores, como sucede con Europa y el gas y el petróleo que adquiere, por ejemplo, de Rusia.

El pasado lunes, consecuencia de las perspectivas de las sanciones energéticas, el euro tocó mínimos de mayo de 2020. En algunos momentos de esa jornada, llegó a perder la paridad con el franco por primera vez desde 2015. Como sucede con todos los activos, el comportamiento de la divisa comunitaria dependerá de la evolución del conflicto. En AXA IM no son muy optimistas al señalar que «las cosas aún podrían empeorar y eso aún podría reflejarse en una mayor caída de la renta variable, del euro y de la rentabilidad crediticia”.