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Economía
Hacienda

Éste es el dinero que gana un inspector de Hacienda en España en 2025

Cuando pensamos en los inspectores de Hacienda, es normal que lo hagamos desde una perspectiva negativa. En definitiva, son los encargados de inspeccionar nuestra declaración o de hecho, de interceder o de ponerse en contacto cuando surge algún problema con los impuestos que debemos pagar. De este modo, su labor dentro del organigrama que conforma la Agencia Tributaria se convierte en algo esencial para detectar fraudes, impagos y hasta blanqueo de capitales. Un trabajo exigente del que además muchos creen que está bien remunerado, pero ¿sabes realmente qué sueldo tiene un inspector de Hacienda?.

Los sueldos de este tipo de profesionales no se asignan porque sí o no se pactan o  negocian. Los inspectores de Hacienda no dejan de ser funcionarios públicos que trabajan para la ciudadanía y como tal, su sueldo tiene que ver con sus funciones, pero nace a partir de lo que se establece en el grupo al que pertenecen. En concreto, el cuerpo de inspectores de la Agencia Tributaria tiene el sueldo que corresponde al grupo AI. Sin embargo dentro de ese sueldo que tienen los inspectores de Hacienda, existen pequeños matices que es importante analizar ya que además de su salario base, cuentan con distintos complementos que pueden hacer que la cifra final, entonces sí, sea algo elevada si se le compara con el sueldo medio de cualquier español trabajando en una empresa privada.

El sueldo de los inspectores de Hacienda

Un inspector de Hacienda recién incorporado puede llegar a percibir unos 55.000 euros brutos anuales, divididos en 14 pagas, lo que equivale aproximadamente a 3.900 euros mensuales. Sin embargo, el salario base, correspondiente al grupo A1, es mucho más modesto: apenas 1.320 euros al mes. La diferencia hasta llegar a esa cifra final se debe a un conjunto de complementos y pluses que hacen que el sueldo crezca de forma significativa.

Complementos que disparan el sueldo

Los complementos son el verdadero motor del salario de un inspector de Hacienda:

Gracias a estos conceptos, la nómina mensual de un inspector recién incorporado puede rozar los 3.900 euros, y esa cifra suele incrementarse de manera rápida con la experiencia.

De hecho, los inspectores que llevan uno o dos años en el puesto suelen ver cómo su sueldo crece hasta los 82.000 euros brutos anuales, una cantidad que se mantiene relativamente estable durante gran parte de su carrera. Y para quienes superan los 20 años de experiencia y asumen puestos de mayor responsabilidad dentro de la Agencia Tributaria, no es raro superar los 100.000 euros brutos anuales.

Este nivel de ingresos, aunque elevado, está en consonancia con la complejidad del trabajo: manejar expedientes millonarios, detectar fraudes sofisticados y aplicar una normativa fiscal que cambia constantemente.

Cómo ser inspector de Hacienda

Llegar a ser inspector de Hacienda no es nada sencillo. Cada año se presentan miles de aspirantes, pero sólo  unos pocos logran superar las oposiciones. El temario es uno de los más exigentes dentro de la Administración, con contenidos de derecho, economía y contabilidad. Prepararse para esta oposición suele requerir entre 4 y 6 años de estudio intensivo, muchas veces con academias especializadas o preparadores privados.

Actualmente, en España hay alrededor de 2.200 inspectores activos, una cifra reducida que refleja lo difícil que es conseguir una de estas plazas.

Comparativa con otros funcionarios

Si comparamos el salario de los inspectores con el de otros cuerpos del grupo A1, la diferencia es clara. Un técnico de Hacienda, por ejemplo, comienza con un salario en torno a los 35.000 euros brutos anuales, muy por debajo de los más de 50.000 que puede ganar un inspector recién incorporado. En cambio, jueces y fiscales tienen sueldos iniciales similares a los inspectores, lo que demuestra que estas retribuciones están alineadas con las altas responsabilidades que implican estos puestos dentro del sector público.

¿Por qué su sueldo genera debate?

El salario de los inspectores de Hacienda suele levantar polémica entre los contribuyentes. Para algunos, las cifras parecen elevadas si se comparan con el sueldo medio en España, que ronda los 27.000 euros brutos anuales. Sin embargo, no es un trabajo cualquiera. Estos profesionales asumen la responsabilidad de controlar grandes volúmenes de información fiscal, detectar fraudes complejos y enfrentarse a situaciones de presión en las que una decisión errónea puede costar millones al Estado.

Además, alcanzar este puesto requiere una oposición muy dura, con varios exámenes eliminatorios que exigen una preparación de entre 4 y 6 años de estudio intensivo. Cada año se presentan miles de aspirantes, pero sólo unos pocos logran una de las plazas disponibles, lo que explica la alta exigencia y la posterior recompensa económica.