Economía

La Reserva Federal no toca los tipos a una semana de las elecciones de EEUU y lo fía todo a diciembre

La Reserva Federal (FED) ha decidido no subir los tipos de interés en la reunión que su máximo órgano de Gobierno (el FOMC) ha celebrado una semana antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. A pesar de que los gobernadores del banco central que dirige Janet Yellen son conscientes del recalentamiento de la economía norteamericana no habrá movimientos de política monetaria hasta la próxima reunión de diciembre, la última que se celebrará en 2016.

El mercado ya descontaba que los tipos de interés se mantendrían en la horquilla del 0,25%-0,5% donde se encuentran desde hace casi un año.

La Reserva Federal puso a finales de 2015 fin a una década de barra libre financiera con los tipos al 0% y se suponía que iba a aprobar dos o tres subidas de un cuarto de punto en este año, pero la incertidumbre internacional y el miedo a golpear a las economías emergentes (fuertemente endeudadas en dólares y que sufren por la desaceleración de China) han ido aplazando la vuelta a la ortodoxia monetaria.

En su comunicado, el FOMC indica que la economía de EEUU continúa mostrando signos de “fortaleza”, con un mercado laboral en niveles de pleno empleo desde hace meses, un consumo de los hogares que “crece moderadamente” y una inflación que está aumentando hasta situarse en el 1,5% interanual al cierre de septiembre, a tan sólo medio punto del objetivo máximo que se marca el banco central como asumible.

Si en su anterior reunión de los días 20 y 21 de septiembre el órgano de gobierno de la FED decidió mantener los tipos de interés por una mayoría de siete miembros contra tres, en esta ocasión la decisión se ha tomado con tan sólo dos votos en contra.

Los analistas esperan que a partir de diciembre se retome la senda alcista de los tipos de interés para evitar la escalada de la inflación, aunque en el seno de la FED hay quienes temen que se produzca una recesión si se suben las tasas demasiado rápido. Las Bolsas sufrirán, aunque los principales índices mundiales ya descuenten que se producirá la citada subida antes de fin de año, ya que la gasolina de la Reserva Federal es responsable de un 40% del valor del principal índice de Wall Street, el S&P500.

La incertidumbre sobre quien será el nuevo presidente de EEUU añade otro elemento de distorsión a la hora de determinar la actuación del banco central en los próximos meses. El candidato republicano Donald Trump se ha posicionado públicamente contra la gestión de Yellen, a pesar de que coincide con ella en la necesidad de mantener los tipos de interés bajos para permitir al Gobierno Federal y a las empresas seguir refinanciando deuda a bajo coste. Trump ha prometido que no renovará a la presidenta de la FED en el cargo si llega a la Casa Blanca.

Los analistas consultados por OKDIARIO apuntan que en realidad lo que no le gusta a Trump de Yellen es que la nombró Barack Obama, un elemento que es justo el que más pesará a la hora de mantenerla al frente del banco central si gana Hillary Clinton. Si gana la candidata demócrata la presidenta de la Reserva Federal se sentirá respaldada y defenderá en el seno del FOMC la subida de un cuarto de punto que ya empieza a descontar el mercado.