Economía
Reto de la Financiación

¿En qué debemos fijarnos antes de contratar un ‘leasing’ o ‘renting’?

El leasing y el renting son dos instrumentos que se utilizan cada vez más para disponer de una serie de activos que, o bien no se pueden adquirir por la incapacidad de hacer frente a un endeudamiento, o se estima que solamente serán útiles durante un periodo concreto del tiempo y no hay intención de comprarlos.

En general, las dos grandes diferencias entre estos tipos de arrendamiento son la posibilidad de compra en la finalización del contrato (sí es posible en el leasing pero no en el renting) y la inclusión en el caso del renting de todos los costes asociados de seguros o mantenimiento, que en el leasing hay que contratar a parte. Ahora bien, hay otros puntos a considerar, que relataremos a continuación.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta?

Además de lo comentado en la introducción, es importante considerar lo siguiente:

Contabilización: el leasing computa como deuda, de forma que incrementa a la vez el pasivo y activo de la empresa. Además, permite a quien lo contrata tener una serie de ventajas fiscales en términos de diferir la amortización del bien. El renting, en cambio, tiene una contabilización mucho más simple, ya que cuenta como un simple arrendamiento del cual se pagan una serie de cuotas cada mes.