Economía
Adicae

La reacción del vicesecretario de Adicae ante las críticas por sus abusos laborales: «Agáchate, nena, y chupa»

Todo comienza con un tuit del secretario general de Adicae, Fernando Herrero

"Es mariconismo, nena", ha sido la respuesta de Pulido ante las críticas por su polémico tuit

El vicesecretario general de Adicae, Antonio Pulido, ha reaccionado con un «Agáchate, nena, y chupa» en Twitter ante las acusaciones de recibir subvenciones y las críticas por sus abusos laborales, de los que OKDIARIO ya se ha hecho eco.

Todo comienza con un tuit del secretario general de Adicae, Fernando Herrero, en el que adjunta una información que replica a su presidente, Manuel Pardos: «Los bancos  devuelven el dinero a menos de la mitad de los afectados que lo reclaman».

Ante las acusaciones de machismo, Antonio Pulido vuelve a la carga con un: «Es mariconismo, nena».

Despidos improcedentes, conciliación laboral o la precarización de sus condiciones laborales han llevado a la institución a sumar tantas demandas, que ha ido perdiendo por despidos improcedentes, sobre todo, en diversos puntos de España. Y la cosa no queda ahí. Rescisiones de contrato injustificadas, sanciones injustas o modificaciones de las condiciones laborales, son algunas de las infracciones que Adicae ha cometido.

La plataforma, que se ha popularizado tras su victoria en la macrodemanda contra las cláusulas suelo, no ha visto en estas demandas motivo alguno por el cual no deberían publicar, con el dinero de todos, un cómic titulado “Para una educación financiera crítica”, que tiene como objetivo “que los jóvenes se interesen por los temas de consumo y finanzas” y que “asuman una perspectiva crítica, responsable y solidaria”.

Los Tribunales declararon probadas, además, las amenazas e insultos que el presidente de la Asociación de usuarios de Bancos, cajas y seguros lanzó contra, por lo menos, uno de sus empleados. J.P., el trabajador afectado y denunciante, trabajaba en la Asociación desde julio de 2008 como jefe de oficina con un sueldo que, según ha podido saber OKDIARIO, no alcanzaba los 1.500 euros. El conflicto saltó cuando el susodicho pidió a la empresa por burofax cambiar su jornada partida (prestaba servicios de 9 a 14 y de 16 a 19 horas) por una jornada continuada de mañana para “cuidar de sus hijos”.