Economía
Y en la lista de morosos

El presidente del chicharro Urbas llega a la junta de accionistas con los títulos en niveles de hace dos años

El presidente de Grupo Financiero Urbas, Juan Antonio Acedo Fernández, se plantará ante los accionistas del grupo sin buenas noticias que venderles durante la junta general ordinaria y extraordinaria que se celebrará el viernes 8 de julio en primera convocatoria o el 9 de julio en caso de no haberse podido celebrar el jueves.

Acedo tendrá que explicar a los inversores los motivos por los que la acción está en mínimos anuales al caer hasta los 0,0104 euros durante la sesión del miércoles. Pero la sangría bursátil es aún mayor si se observan las referencias clave que siguen los inversores pues el valor se hunde un 45% en el acumulado de 12 meses para cotizar en niveles no vistos desde septiembre de 2020, cuando la incertidumbre sobre la recuperación tras los momentos más críticos del coronavirus era máxima. Con todo, la capitalización de Urbas está cerca de perder los 40 millones de euros.

El también máximo accionista de la constructora, controla el 25% del capital social, dará la cara después que la compañía haya entrado en la lista de morosos del Ministerio de Hacienda con una deuda de 904.303,55 euros, según el listado publicado por la Agencia Tributaria y que aglutina a los contribuyentes con deudas superiores a los 600.000 euros. Los problemas van a más pues el propio Acedo se mantiene un año más en la lista de los mayores deudores del fisco. El presidente de Urbas debe más de 7 millones de euros, concretamente 7.464.000 euros.

Con este marco, Acedo y su equipo pretenden convencer a los accionistas y potenciales inversores para que les den su apoyo y llevar adelante una ampliación de capital de 34,3 millones de euros para aliviar la dura situación y relación con los acreedores de la empresa. La ampliación es prácticamente una cuestión personal para Acedo pues es uno de los acreedores de Urbas. Misma situación para dos de sus manos derechas en el consejo de administración, Pablo Cobo y Alfonso José Guerrero, a los que también se les importan diferentes cuantías.

Urbas tiene la mayor deuda con Goya Debtco y Vogager Investing, por lo que ambos son los máximos acreedores de la empresa. 26 millones de euros a repartir prácticamente a partes iguales. La situación límite del pasivo de Urbas, con la caja fundida, se produce por una agresiva política de adquisiciones durante los últimos años que han derivado en la necesidad de una ampliación de capital.

En los últimos tiempos se ha hecho con Murias, Joca, Ecisa, Sainsol y Jaureguizar. La compra de la última, un grupo vasco, generó una controversia que llegó hasta la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El supervisor le requirió una información más concisa tras asumir una deuda de 4,6 millones de euros más un ICO de 6,1 millones de euros de Jaureguizar, con la negociación correspondiente de Urbas con los distintos acreedores de los importes.